Este artículo no trata sobre el juego de azar preferido por los políticos. No habla de tapados y destapados prematuros. Ni especula sobre corcholatas “premium” o tapones “gran reserva”.

Me referiré al futurismo que eleva la calidad de vida de las personas. Al futurismo como proceso colaborativo en el que se conjugan la investigación científica, la habilidad técnica, el trabajo académico, la audacia empresarial y las buenas políticas públicas para que sucedan cosas extraordinarias para el bien común.

Ayer, en León Guanajuato, se inauguraron simultáneamente tres eventos: la Tercera edición de la Industrial Transformation México y América Latina ITM, (Hannover Messe), la feria industrial más importante del mundo, creadora del concepto Revolución Industrial 4.0; la Reunión Nacional de Industriales (RAI) de la Concamin; y la Cumbre para el Desarrollo Industrial Sustentable de la Alianza del Pacífico. La convergencia e interactuación de los participantes en el espacio del Poliforum de León convierte a la ciudad, y por extensión al corredor industrial del Bajío, en palabras de Jochen Köckler, CEO de Deutsche Messe, en “el epicentro de la revolución industrial 4.0 en Latinoamérica”.

El gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, amplió esa definición: Guanajuato, que ya fue cuna de la independencia nacional “se consolida ahora como la cuna de la industria 4.0 en México y América Latina”. Esta convicción no se sustenta en la organización en esos eventos, más bien, estos son la consecuencia de la aplicación de una política pública definida en la revisión quinquenal del Plan Estatal de Desarrollo 2040 y en la actualización del Programa de Gobierno 2021-2024, uno de cuyos objetivos es llevar a Guanajuato a una etapa superior de desarrollo, incorporándose como actor de primera línea —como ya lo es en manufacturas— en la innovación tecnológica, la digitalización y la expansión del conocimiento.

El modelo de futurismo de Guanajuato tiene un lema: “pasar de la manufactura a la mentefactura”. Para lograrlo, se promueve la movilización de todos sus recursos bajo una visión holística denominada “Valle de la Mentefactura” en la que se alinean, interconectan y colaboran universidades y tecnológicos públicos y privados, centros de investigación, parques industriales, organismos de la sociedad civil, sociales y empresariales; instituciones gubernamentales y socios internacionales. Su engrane articulador es el Instituto IdeaGto, creado hace un año.

En la ceremonia inaugural de la RAI, el gobernador firmó el decreto por el que se instituye el 21 de abril como el Día Estatal de la Mentefactura, que coincide con el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación establecido por la ONU; se trata de arraigar esa cultura.

Las jóvenes y estudiantes son entusiastas participantes. La ITM, desde 2019, abrió sus puertas para los alumnos de universidades y tecnológicos. En estos días se observan largas filas de estudiantes para ingresar la exposición y a ese entusiasmo los organizadores han correspondido creando un plan permanente de involucramiento de las nuevas generaciones en la revolución industrial 4.0. La juventud sabe que el futuro está en sus manos, es futurista, constructiva y proactiva.

Analista Político @lf_bravomena

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