“Quien lee, sabe mucho; pero quien observa, aún más”
Alejandro Dumas.

Nuestro Presidente

debe tener demasiado tiempo libre , sostiene que gobernar es algo “muy fácil”, debe serlo cuando vives en ese maravilloso mundo donde los datos y la ciencia son un adarme en comparación a lo que siente el corazón.

Bien por él. Mal por todos los que no somos como él.

Ahora, en el folclore nacional, Andrés Manuel se estrenará como un filólogo, un estudioso de las letras y su significado, creará, dice, su diccionario neoliberal .

Déjeme contarle algo, hace mucho tiempo, cuando reportaba una elección en Querétaro, una joven electora a la que entrevisté en una banquetera me dijo que ella había votado por un candidato “X” porque los otros políticos usaban palabras que no entendía, ¿qué demonios era eso de “coadyuvar”?

López Obrador, como aquella joven, parece que no entiende o, más bien, no le parece adecuado usar palabras rebuscadas en el léxico político, ¿empatía?, ¿holístico?... ¡Todo el mundo, en cambio, entiende un buen refrán!

Vendrán las ropas desgarradas , el Presidente, acusarán, apuesta a la ignorancia del pueblo, piensa que debe hablarse a la gente como unos párvulos. Manipulador. Oportunista. Demagogo . Instigador .

Y, sí, tendrán razón, el Presidente apuesta a un pueblo ignorante, pero ¿acaban de darse cuenta de ello?

Mientras la oposición sigue buscando declaraciones domingueras , aburridas hasta la médula, su némesis les parte la madre con una ocurrencia.

El ejemplo de López Obrador me parece genial… ¡ empatía !, ¿sabrán los opositores su significado o se quedarán con la simple definición?

El diccionario neoliberal, si alguna vez es publicado, será una cosa divertida a mares, si el Presidente, escritor, historiador, contador de cuentos, standupero , deja el rollo y se enfoca en las “definiciones” que a su juicio resultan de las “ palabras neoliberales ”, seguramente será un hit de ventas, ¡Diccionario de Armando Hoyos, cuídate que ahí te voy!

La realidad siempre es ojete. Muy ojete. Quizá la ocurrencia del Presidente les ha dado un balde de agua fría a los opositores que siguen rebuscando, ya no palabras, sino argumentos.

De Colofón

Será el sereno, pero lo de ayer marca un rompimiento entre el sector privado. Ahora, como en el gobierno, hay unos más radicales y otros más moderados.