Nació en Sinaloa y estudió en el ITAM , nunca fue un tipo de alto perfil pero quizá sí fue, tras bambalinas, el hombre que diseñaba y operaba todas las estrategias en el manejo de recursos multimillonarios para favorecer a candidatos del PRI durante la administración de Peña Nieto .

“La habilidad es a la astucia lo que la destreza a la estafa”
Nicolás Chamfort.


 

De acuerdo a algunos priistas consultados bajo anonimato, Vega era inamovible, trabajó con 10 presidentes del PRI desde el 2011 hasta el 2018, era él quien autorizaba el dinero y la estrategia para distribuirlo en todas las campañas del partido, su visto bueno era, al mismo tiempo, el visto bueno de Los Pinos que venía con la aprobación de Luis Videgaray y de Peña Nieto .

Emilio Lozoya

lo señala, también, como una de las piezas claves de haber manejado recursos por 84 millones de pesos para sobornar a legisladores en el 2014 con miras a la aprobación de la reforma energética .

Vega se formó, primero, como secretario de Finanzas del PRI en el Estado de México cuando Peña Nieto fue gobernador y se convirtió luego en un estratega fundamental para conseguir los recursos que cobijaron la campaña presidencial .

Desde entonces, Vega prefería el manejo en efectivo, señalan, para intentar borrar las huellas del dinero .

Dentro de la trama de corrupción que enloda al gobierno de Peña Nieto, la FGR tendría que investigar a fondo el arquetipo de embutes que se construyó desde los sobornos de Odebrecht para la campaña presidencial y que culminó, ya probado y perfeccionado, durante el periodo de Manlio Fabio Beltrones al frente del PRI, como la denominada Operación Safiro , que utilizó unos 650 millones de pesos de las arcas de los gobiernos estatales y municipales de Chihuahua, Durango, Sonora, Morelos, Colima y del Estado de México para financiar campañas por debajo del agua, desviando recursos que hubiesen servido para el bienestar de la población mediante empresas fantasma que terminaban canjeados en efectivo y llenaban de dinero robado bodegas del PRI.

Vega, dicen las fuentes, llamaba directamente a los gobernadores priistas que obedecían sin chistar el desvío requerido, so pena de enfadar al presidente de la República.

Sin embargo, además de las transas para fines políticos y electorales, un documento publicado en la última edición del semanario Proceso bajo el reportaje de la pluma de Mathieu Tourliere , da cuenta de la implicación que pudo tener Vega Aguilar en la operación por más de 600 millones de dólares, que incluirían un soborno de 50 millones de dólares a Peña Nieto, para la compra de la planta chatarra Fertinal .

El último trabajo de Vega Aguilar estuvo en la campaña de José Antonio Meade , misma en la que denuncian las fuentes consultadas que los recursos nunca bajaron en su totalidad, ¿a sabiendas de la derrota que vendría, se preguntan, alguien se quedó con el dinero?

Vega Aguilar está hoy alejado de los asuntos políticos , es, totalmente, un hombre de negocios. En 2019 fundó, junto a otros socios, una empresa de inversión de capitales llamada Holding Praxis .

DE COLOFÓN

El presidente no se aguantó las ganas de grillar a Felipe Calderón , sus dichos pueden leerse como una vendetta , como un intervencionista o como un hombre pasional, pero nunca como los de un estadista.

El INE , que se va haciendo malabarista experto, manda la pelota a los magistrados del Tribunal Electoral . Lavarse las manos está de moda.

Google News

TEMAS RELACIONADOS