“El mundo atribuye sus infortunios a las conspiraciones de grandes malvados.
Subestiman la estupidez”

Adolfo Bioy Casares.


Vamos bajarle dos rayitas a la terquedad, no se trata ni de superioridades morales ni de pandemias que nos hagan los mandados. Se trata de cooperar con el mundo. Se trata de ser racionales. Se trata de salvar vidas.

Según Hugo López Gatell, que estos días funge más como el secretario que como el subsecretario de salud, hasta el momento se han realizado poco más de 500 pruebas de coronavirus a la población mexicana. Sí, poco más de 500 y en stock nos quedan poco menos de 9 mil que están guardaditas para cuando se necesiten.

Durante toda la emergencia, hemos realizado poquísimas pruebas, casi nada en comparación con Corea, el mejor país en la contención del virus, que hace diez mil a sus ciudadanos todos los días mientras que en México apenas alcanzamos a hacer menos de 4 por cada millón de habitantes… Es más fácil ganarte un premio de la rifa a que en México te hagan una prueba de Covid-19.

Nueva York espera hacer más de 7,000 diarias al terminar la semana y prácticamente todos los países que han tomado el tema con seriedad dejan de escatimar en las pruebas.

La OMS ha mandado una recomendación directa a todos los países del globo: test, test, test y aislar, buscar a los casos con los que positivos tuvieron contacto y hacerles más tests también. Test siempre. Test sobre todo. Tests que salvan vidas.

Pero, como siempre, en México tenemos otros datos que, muy probablemente, se basen en la pobreza franciscana.

Seamos simples, de acuerdo a los mismos datos del gobierno, una prueba puede tener un precio mínimo de $2,500 pesos, estar a la par de Corea nos costaría 25 millones diarios y unos 750 millones en un mes. Tres meses de 10 mil pruebas diarias nos daría un total de 2,200 millones de pesos, poquito más que lo que regalaremos en las rifas del avión presidencial pero ¿cuánto cuestan las vidas que podríamos salvar?

Seguramente, si el gobierno dejara su arrogancia a un lado podría llegar a un buen acuerdo para obtener mejores precios en miles de pruebas, tal vez no necesitamos aún diez mil al día, pero ¿500 en toda la emergencia?

López ha postergado la declaración de emergencia por razones económicas más que de salud y tiene un punto clave: la pandemia nos podría costar perder crecimiento económico al grado de un -2% del PIB en este 2020. Será la tumba de su gobierno y la solución no es ignorar el problema.

Pero, con todo, tendrá que hacerlo… Quizá ya muy tarde, pero tendrá que hacerlo y los costos serán mayúsculos.

De Colofón

Cierto, Bukele no dice como sabía que en el vuelo cancelado de Avianca procedente de México al Salvador había 12 casos de coronavirus, sin embargo nuestra irresponsabilidad le da armas para pegarnos políticamente. Por cierto, el presidente se refiere en su reproche a Sigfrido Reyes, acusado de corrupción allá pero que aquí dimos asilo VIP.

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