Todo el mundo ha pensado que la ASF es una piñata de moda.
Los 4T consideran que el equipo de David Colmenares no sabe de sumas y restas, que les urge un ábaco, que se atrevió a cuestionar al emperador y debe pagar caro.
Los anti-4T dicen que la ASF es un mogote patas de chicle que se vendió a la primera, les urge sangre.
Todos, todos, yo también, andamos muy polarizados, tan intensos que olvidamos las reglas.
Eso pasa en las sociedades polarizadas.
Más claro ni el agua: la cosa, así de fácil, no es cosa juzgada.
Deberíamos aprender algo de la apertura y el aguante de la Auditoría Superior de la Federación.
Ellos dicen que sumaron mal, vale, como todo ser humano podrían haber cometido errores, entonces ¿puedo ver tus cuentas?
Se llama empatía pero, mucho más, se llama Estado de Derecho.
Los auditados tienen la garantía de bramar lo que a derecho corresponda y entregarán sus números y serán, aunque lloren, hipen, berreen y pataleen igualmente auditados.
Igual tienen razón. Igual en la Auditoría Superior están equivocados.
Esto, facilito, son matemáticas, no es política.
Pero para estas fechas en 2022 será otra cosa.
O comprueban que la ASF no sabe cómo usar una calculadora o están fritos. Dura lex, sed lex.
Aunque hoy, la sangre está de moda. Supongo que es el reflejo del país.
Cálmense todos.
@LuisCardenasMX
