“Ser poderoso es como ser una dama. Si tienes que andar diciéndoselo a la gente, es que no lo eres”
Margaret Hilda Thatcher.

David León

es un hombre entregado al servicio público, es un apasionado de la política, un estudioso del poder y, también, un operador estratégico, de primer nivel, en el equipo donde juegue.

Creo, sin menoscabar a otros, que ha sido uno de nuestros mejores coordinadores de protección civil , con pocos recursos y enfrentado constantemente al austericidio de la Cuarta, logró implementar un sistema de simulación de desastres naturales que dio buenos resultados… Es una lástima que hoy termine enlodado en un asunto tan penoso.

Si, como parece, fue David León quien grabó las entregas de dinero al hermano del presidente, Pío López Obrador , estamos frente a una bomba que aún no estalla.

León no se mandaba solo, ha sido siempre un hombre del sistema aunque el sistema cambie, se encuentra en el mismo supuesto de Gutiérrez Badillo o de Rafael Caraveo , alguien consiguió los recursos que le fueron entregados al hermano incómodo, alguien le pidió grabarse y alguien sabía muy bien que esas imágenes serían un salvavidas en algún momento… Al final, David solo fue un enlace, un fusible que podría reventarse y se reventó.

Las patrañas presidenciales sobran, a estas alturas solamente la base lopezobradorista se traga el cuento de que “no es corrupción, es aportación”, a estas alturas solamente los fieles solovinos de la Cuarta ven al presidente como un tropo de Hidalgo, Juárez o Madero, cuando tiene más pinta de otro López, el de un López Portillo recargado.

Corrupción es corrupción , cochinada es cochinada, punto, ¿a poco es tan difícil entenderlo?, ¿de verdad creen que con eso podrán convencer a alguien más allá de sus fanáticos?

Igual que con el caso de Lozoya, van a jugar con la justicia y al final no pasará nada, si acaso un desfile con vestiduras desgarradas por los pasillos de la FGR , un show barato, una cantaleta chovinista, una farsa de cuarta.

En medio del teatrito, uno se pregunta si acaso el pacto, vox populi, entre el peñanietismo y el lopezobradorismo está a punto de reventarse, las declaraciones de Lozoya le pegan durísimo a los panistas sí, pero destripan mucho más a Luis Videgaray y a su jefe, ¿o a su títere?, Enrique Peña Nieto.

Si verdaderamente Lozoya será el denunciante, convertido en sapo testigo colaborador, y si verdaderamente las investigaciones van en serio, entonces deberán caer peces gordos , tan gordos como ellos, tendremos que ver en la cárcel al exsecretario de Hacienda y a un presidente. Otra cosa, será una llamarada de petate.

A ver, el presidente guarda resquemores por Calderón pero, nos guste o no, el expresidente más repudiado por el pueblo que hoy dice representar se llama Enrique Peña Nieto.

En la improvisación del autoproclamado héroe nacional que hoy despacha en Palacio no hubo espacio para medir la reacción que vendría después del video escándalo y de la filtración de la novela de Lozoya.

Es el problema de sentirse con un plumaje impoluto… Dicen que el que se lleva se aguanta.

¿Seguirá el show?, ¿o le bajarán dos rayitas?... ¡Ah!, por cierto, la economía va en picada y somos uno de los peores países en el manejo de la pandemia, el tercero con más muertes en el mundo, hoy tenemos más muertos por Covid que por la violencia.

DE COLOFÓN

Distractores sobran y siempre es buena idea volver a los clásicos, al final el presidente sí se subió al avión presidencial para un spot en redes que promueve la venta de cachitos. Quedan claras las prioridades.

@LuisCardenasMX

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