Según ellos, tienen el ajedrez de los votos muy claro: si son débiles en un lugar le apostarán al candidato de su “socio” electoral a cambio de que el “socio” haga lo mismo pero donde ellos son fuertes… Ajá, es la fórmula infalible del triunfo… Ajá, es la única manera para descarrilar ese tren llamado 4T… Ajá, ¡Viva el ¿PRIANRD?!

“El mundo es un asilo de pervertidos”
Huxley.

Seamos serios, hay un desgaste evidente en la popularidad del gobierno, sí, y es casi el mismo que, en su momento, enfrentaron Fox o Calderón durante sus primeros dos años de poder (no vale la pena contar a Peña Nieto que para entonces ya iniciaba su franca caída libre), sin embargo, cuidado, no es lo mismo “desgaste” que “hartazgo”.

El movimiento obradorista triunfó, entre muchos elementos, gracias, justamente, a ese “hartazgo” de la vieja clase política, la que no habla el mismo idioma del pueblo, la que es escurridiza en su discurso, aburrida, lacónica en sus resultados, gris, de políticos acartonados, de tecnócratas sabelotodo, una clase muy de hueva, que nomás no conecta.

La alianza electoral de los viejos políticos, PRI , PAN y PRD sostiene que su plataforma dará voz y fortaleza a cuadros ciudadanos independientes, de honestidad probada y… Y ya. Nada nuevo. Harto cartucho quemado. Bla. Bla. Bla. Y ya.

La hoy oposición en este país sigue muy acostumbrada a ser poder, se les nota a leguas su falta de barrio. La empatía, el baño de pueblo real, sin caritas de asco, les parece más complicada que el chino mandarín.

Y eso, es una lástima, porque este país se jode cada vez más en la erosión del discurso populista, existen millones de ciudadanos preocupados por el rumbo que están tomando las cosas en México y al contrapeso nacional no se le ocurre algo más legítimo que repartirse el hueso.

Seguramente, su orgía ideológica ganará en algunos puntos, ya los veo cacareando el triunfo de algunas alcaldías como el parangón de la historia, ojalá que no salgan con alguna jalada del tipo “quinta transformación”... Eso no quiere decir que triunfen en la guerra.

El problema no radica, ni eso, en su promiscuidad ideológica sino en la falta de propuestas concretas, en lo aburrido del discurso, a nadie prende ya, aunque no falte a la verdad, que alguien le diga al presidente que es un hipócrita o un mentiroso, ¿no serán el partido de la catarsis?

Van algunas ideas: jóvenes sin futuro, millones de miserables, en pobreza extrema, que sufren hambre, empresarios de changarritos que perdieron todo, trabajadores independientes que no tienen idea de lo que es un “seguro social” o una “pensión para el retiro” y el hecho de que sigan pensando en millennials cuando aún no les ha llegado el memo de la existencia de los centennials…

DE COLOFÓN

Resulta que quien abandonó a su partido y ahora pretende regresar exigiendo candidaturas, afirma falsamente que le ofrecieron cabezas de periodistas. Ajá.

Definitivamente, la ley seca no impide que algunos se surtan las cubas que nublan la memoria.

¡Salud!, ¿Que se toma el señor?, ¿Presidente con coca?, ¿Coca de Luna?...

@LuisCardenasMX

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