Luis C. López Morton Z.

HMS Resolute, del Ártico a la Casa Blanca

30/10/2020 |04:24
Redacción El Universal
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En la subasta de 123 lotes de Christie’s en línea con el nombre de “Topographical Pictures including China Trade Paintings” (Imágenes topográficas, incluye pinturas de comercio en China) en curso, del 15 de octubre al 5 de noviembre, el lote número uno, es un óleo sobre tela de 61 x 92 cm. firmado por J. Hamer (siglo XIX); se trata de un barco abandonado y a la deriva en un paisaje en el ártico con el nombre de HMS* Resolute, con estimados de venta de 20 mil a 30 mil libras esterlinas.

El HMS Resolute (uno de los 5 buques en busca de la expedición comandada por Sir J. Franklin abandonado en 1854). En el lote, además de la pintura, viene una carta autógrafa del artista en “julio…1880”, una etiqueta de una exhibición (HMS Resolute/40 guineas) y una vitrina que contiene varios pedazos de la madera con la que fue construido, así como revestimientos de pelaje animal para guardar el calor en la cubierta baja, más un fragmento de madera encontrado ¡en la latitud más al norte que haya pisado el hombre! Alert Expedition. El óleo en sí, de un barco en el siglo XIX en el Ártico pintada por un artista poco conocido no tiene gran importancia, lo que si tiene importancia es la historia fantástica que aparece en la descripción del catálogo en línea la cual copio para quienes gustan de una buena anécdota.

HMS Resolute, del Ártico a la Casa Blanca

El relato comienza en 1845 con la expedición del explorador y almirante inglés Sir John Franklin KCH FRS FLS FRGS (1786-1847)** en la que va a tratar de encontrar el Paso del Noreste (Northwest Passage), la búsqueda de un canal navegable a través de Ártico que conectara los océanos Atlántico y Pacífico, en caso de encontrarla sería una ruta muy lucrativa que llevara desde y hacia el Oriente; todas las potencias la buscaban.

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Franklin, muy confiado zarpó en dos de los mejores barcos de la marina real inglesa, el HMS Erbus y HMS Terror, llevaban provisiones y equipo para tres años, entre las vituallas sobresalían 100 galones de brandy, 30 mil libras de carne salada, 930 galones de jugo de limón (para evitar el escorbuto), entre otras cosas.

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Después de hacer una parada en las Islas Orkney se dirigieron a la bahía de Baffin al sureste de Groenlandia y a partir de allí ningún europeo los volvió a ver. Desde 1848 Lady Jane, segunda esposa de Franklin, presionó al almirantazgo para que emprendiese el rescate; sin embargo, el HMS Erbus y HMS Terror continuaban ilocalizables. Las misiones de búsqueda se fortalecieron y cinco barcos salieron al salvamento de la expedición, se trataba del HMS Resolute, HMS Intrepid, HMS Pioneer, HMS Assistance y el HMS North Star, bajo el mando del almirante Edward Belcher KCB (1799-1877).

El HMS North Star se quedó en la base de suministro en la Isla de Beechey, en el corazón del archipiélago ártico canadiense, los otros cuatro navíos se dividieron los sectores de búsqueda para encontrar al navío y sus tripulantes, para entonces ya considerados héroes.

HMS Resolute, del Ártico a la Casa Blanca

En 1853, el HMS Resolute con su capitán Henry Kellet (1806-1875) quedaron atrapados en un témpano de hielo, imposibilitados de moverse a vela. El Intrepid, el Pioneer y el Assistance

encontraron la misma suerte. Belcher, insistió en que los cuatro barcos fueran abandonados y en abril de 1854 el capitán Kellet, reacio a las órdenes superiores, condujo a sus hombres en una marcha ardua por el hielo hasta la Isla de Beechey. De ahí los cuatro grupos de búsqueda se apiñaron en el North Star y otros dos buques auxiliares, navegando de regreso a Inglaterra. Ya de vuelta Belcher fue juzgado en una Corte Marcial por supervisar semejante desastre. Mientras todo esto sucedía el HMS Resolute se había liberado del témpano de hielo y comenzó su ruta a la deriva al sureste de más de 1000 millas.

En septiembre de 1855 fue visto en el estrecho de Davis por un barco ballenero americano. Ni el capitán ni su tripulación tenían idea de lo que se iban a encontrar. Cuando el barco misterioso no respondió a repetidas señales, cuatro hombres del ballenero se dispusieron a abordarlo. Buscaron en vano alguna indicación. ¿Podría ser que todos a bordo estuvieran muertos o enfermos?, escribió en su Diario uno de los cuatro hombres, de nombre George Tyson.

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Al ingresar a la cabina, encontraron lámparas y jarrones en las mesas; una baraja en uso, numerosas cartas de navegación, las charreteras*** del capitán Kellet colgadas en una silla y el libro de registros del capitán revelando la identidad del barco, hasta el vino estaba óptimo, escribió Tyson, quien con sus compañeros tomó un vaso a tope, brindando por los oficiales y la tripulación desaparecidos.

El capitán del barco ballenero, James Buddington reclamó debidamente la propiedad del HMS Resolute por el derecho de salvamento; y el día de Nochebuena de 1855 lo navegó al puerto de New London, Connecticut. La siguiente primavera el gobierno americano le compró el barco por 40 mil dólares con la intención de devolverlo al Reino Unido. Después de que todo a bordo fuera reacondicionado y fueran izadas las nuevas velas y las banderas de la Union Jack cosidas, el Resolute estaba listo para otra travesía; de vuelta a casa cruzando el Atlántico.

HMS Resolute, del Ártico a la Casa Blanca

Con gran emoción y tres fuertes vítores de la tripulación, la reina Victoria y el príncipe Alberto abordaron el barco en la bahía de Cowes de la Isla de Wight en diciembre de 1856. Emocionada, la monarca aceptó, con dignidad, en nombre del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte el buque ofrendado.

Después de servir en sus aguas territoriales durante las siguientes dos décadas, el HMS Resolute fue desmantelado y cortado en partes en el astillero de Chatham en 1879. Su madera fue utilizada para hacer tres escritorios, uno de los cuales, a petición de la reina Victoria, fue enviado al presidente de los Estados Unidos.

HMS Resolute, del Ártico a la Casa Blanca

El escritorio Resolute como se le conoce, incluía la inscripción que contaba la historia del barco, y explicaba que era un regalo en reciprocidad, que correspondía a la cortesía inicial y la bondad amorosa mostrada por los estadounidenses, al localizarlo y restaurarlo por completo. El escritorio estaba embalado en una caja enorme dirigido al presidente de los Estados Unidos Rutherford B. Hayes (1822-1893), quien abrió el contenedor para maravillarse al observar la magnífica pieza de ebanistería, tallada en madera de roble, y para no creerse, con un peso aproximado de 600 kilogramos.

El escritorio peregrinó por distintos sitios de la Casa Blanca, hasta que en 1961 Jaqueline Kennedy lo colocara en la Oficina Oval. Muchas fotografías muestran a Caroline Kennedy y su prima Kerry Kennedy guarecidas en el espacio destinado a las piernas del espléndido bufete o escribanía.

Del artista J. Hamer poco se sabe, excepto que las vistas árticas eran su especialidad, en la Royal Academy de Londres en 1860 expuso otra pintura de otro navío que también fue a la búsqueda de Franklin, se trata del HMS Fox.

La historia que se puede contar de una sola imagen en un lienzo.

*HMS: His or Her Majesty's Ship. Abreviación utilizada para designar los barcos de la Marina Real Británica.

**Oficial de la Marina Real Británica y explorador. Tras servir en las guerras contra la Francia napoleónica y los Estados Unidos, dirigió dos expediciones al Ártico canadiense en 1819 y 1825, y se desempeñó como teniente gobernador de la tierra de Van Diemen desde 1839 hasta 1843. En su tercera y última expedición para ubicar y utilizar el Northwest Passage en 1845, los barcos se congelaron frente a la isla King William en lo que ahora es Nunavut, donde murió en junio de 1847. Los navíos varados fueron abandonados diez meses después y la tripulación falleció por hambre, hipotermia y escorbuto. KCH: Knight Commander of the Royal Guelphic Order. FRS: Fellow Royal Society. FLS: Fellow of the Linnaean Society. FRGS: Fellow of the Royal Geographical Society. John Franklin - https://es.qaz.wiki/wiki/John_Franklin

***Se llama charretera a la divisa militar de oro, plata, seda o lana que se asegura al hombro y cuyos hilos o flecos, llamados canelones, cuelgan sobre la parte superior del brazo, sirviendo a un mismo tiempo de distintivo y de adorno. Dejaron de usarse después de la Gran Guerra, siendo sustituidas por bandas de paño donde se insertan las insignias metálicas y las bandas de colores que indican rango y tipo de arma.