Como Casa de Subastas recibimos algunas llamadas de personas que nos dicen que quieren o necesitan vender bienes arqueológicos, objetos de arte prehispánicos. Nuestra respuesta siempre es que la ley prohíbe expresamente su compra-venta. Ante este anuncio, acto seguido resulta frecuente venga otra pregunta: si nosotros sabemos de alguien que compre estas piezas. La respuesta invariable es que no conocemos a nadie que se dedique a este tipo de actividad ilegal. Hay que mencionar que todo esto sucede en un país que tuvo una producción riquísima de figuras y objetos, rituales y de uso cotidiano, en cerámica, piedras varias como basalto, recinto, andesita, serpentina, pórfido, jade, ónix, cristal de roca, vidrio volcánico como la obsidiana, y otros materiales que aparecen a flor de tierra en toda la República Mexicana.

Creo que a muchos de nosotros nos ha tocado escuchar alguna anécdota donde algún familiar o amigo, haciendo una excavación para construir una fábrica o casa habitación, se tope con vestigios arqueológicos, lo que por ignorancia denominamos tepalcates, y estos acaban guardados en alguna vitrina o puestos en un estante.

Tenemos también que hay mucha gente que heredó estas piezas y no sabe qué hacer con ellas, lo que sí puedo comentar es que hay una normatividad. Se trata de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos (6 de mayo de 1972; texto vigente de la última reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación, 16 de febrero de 2018) donde en pocas palabras se consigna que todos los bienes arqueológicos encontrados en nuestro territorio son propiedad de la nación, imprescriptibles e inalienables, por lo que se encuentran fuera de comercio, debiéndose registrar en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que hasta donde entiendo es un procedimiento sencillo.

Me refiero a este tema en el momento actual, pues la semana pasada se subastaron en París, en la Casa de Subastas Millon, 120 lotes de piezas precolombinas, presumiéndose que 95 de ellas son de arqueología mexicana, si bien los expertos del INAH sólo reconocen como tales a 72, y que alcanzaron precios muy altos algunas de ellas; una estatua de la diosa del agua Chalchiuhtlicue en 290 mil euros.

Mi intención no es ahondar en esta subasta sino comentar de otras almonedas o pujas que han tenido también reclamos de parte de los países origen de los objetos en disputa.

LA CABEZA DE CUARCITA ROJA DEL FARAÓN TUTANKAMÓN

El cuatro de julio de este año la Casa de Subastas Christie’s Londres subastó un busto del faraón Tutankamón por 4,746,250 libras esterlinas (incluye premio de la casa) pese a las amenazas del gobierno egipcio. La cabeza de 28.5 cm de altura con más de 3 mil años de antigüedad perteneciente a la colección Resandro, que a su vez la adquirió en 1985 de un comerciante en antigüedades alemán de Múnich llamado Hans Herzer, quien a su vez la compró de un anticuario austriaco, Joseph Messina, su dueño desde 1973 ó 1974, y antes de esto perteneció al príncipe Wilhelm von Thurn und Taxis desde los años sesenta. A lo largo de todo este tiempo fue prestada para exhibiciones públicas en varias ocasiones.

La polémica con el gobierno egipcio sigue su curso en tribunales; debe subrayarse que las autoridades de esa nación declararon en 1983 ilegal cualquier exportación de su patrimonio arqueológico.

Bienes arqueológicos
Bienes arqueológicos

Faraón Tutankamón, cabeza en cuarcita roja.

LA ASTRÓNOMA DE LA COLECCIÓN GUENNOL

Un mármol de aproximadamente 23 cm de altura del periodo calcolítico (edad del cobre o eneolítico) aproximadamente de 3 mil a 2,200 años antes de Cristo fue vendido por Christie’s Londres por $12,500,000 dólares en abril de 2017. Esta pieza, de las que sólo se conocen quince y no todas completas, representa a una mujer con la cabeza levantada como viendo a las estrellas, de allí su denominación.

El gobierno de Turquía está en una batalla legal con Christie’s y el propietario de la estatuilla Michael Steinhardt quien la comprara en 1993 de la colección Guennol del matrimonio de Alastair y Edith Bradley Martin, a través de la Merrin Gallery de Nueva York. Por lo menos desde 1961 se sabe que la pieza estaba en esa ciudad, habiendo sido facilitada en préstamo al Metropolitan Museum en diversas oportunidades.

Bienes arqueológicos
Bienes arqueológicos

La astrónoma o miraestrellas, edad del cobre (3 mil a 2,200 a.C.).​​​​​​​

LAS CABEZAS DE UN CONEJO Y UNA RATA DE BRONCE

En el año de 2009 Christie’s París, saca a subasta dos cabezas de una fuente del siglo XVIII, de una rata y un conejo que pertenecieron a Yves Saint Laurent y su pareja Pierre Bergé. Estos objetos fueron robados del antiguo Palacio de Verano por soldados franceses e ingleses durante la segunda guerra del opio en octubre de 1860, cuando destruyeron el inmueble conocido como Jardín del Perfecto Brillo (Yuanmingyuan), bajo las órdenes del alto mando británico, Lord Elgin.

En los jardines del inmueble imperial existía un manantial artificial engalanado con los signos distintivos del zodiaco chino vaciados en bronce, que se cree fueron diseñados por el religioso jesuita y artista italiano Giuseppe Castiglione (1688-1766) para el emperador Qianlong (1711-1799). Este venero hidráulico llamado Haiyantang (fuente del reloj) daba la hora con cada una de las testas de bronce surtiendo agua. Tras el ataque militar los grifos en forma de testuces o cráneos desaparecieron.

Previo a la subasta de Christie’s el gobierno chino trato de parar la venta de las mismas sin éxito. Estas salieron a subasta el 25 de febrero y las compró Cai Ming-chao, un asesor del Fondo Chino de Tesoros Nacionales, cuya función consiste en recuperar bienes saqueados, con la postura máxima en la puja por 28,000,000 de euros. Una vez asignadas las piezas se negó a cubrir la suma alegando un fundamento moral y patriótico.

En 2013 François-Henri Pinault, esposo de Salma Hayek desde 2009, director de Kering, la compañía propietaria de Christie’s, acompañó al entonces presidente francés François Hollande en su primera visita a China. Este personaje conservó ambas obras maestras, se desconoce el precio que pagó a Bergé, e hizo un ofrecimiento al gobierno oriental de devolverlas como obsequio simbólico, gesto diplomático, destinado a fortalecer las relaciones culturales y comerciales entre los dos países. Las cabezas fueron repatriadas el 28 de junio del año 2013 en una ceremonia bien publicitada.

Recuento éstas como historias de coleccionistas, hay un sin número más, y lo hago para ilustrar y no polemizar en el tema que es complejo y estoy seguro que generará muchas y encontradas opiniones.

Bienes arqueológicos
Bienes arqueológicos

Grifos conejo y rata de la fuente del reloj del Palacio de Verano

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