La semana pasada se realizó el décimo Seminario Internacional de la Red por la Rendición de Cuentas que por segundo año consecutivo formó parte de los debates de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

El encuentro estuvo dedicado a explorar la relación entre corrupción y política en América Latina en un contexto de debilitamiento institucional, de urgencia social frente a la desigualdad y de rediseño de un modelo de Estado de vocación socialdemócrata.

Lo primero que surgió en el encuentro fue la defensa de las universidades en general y del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en particular. El embate al CIDE, la casa que vio nacer y albergó durante once años a la Red por la Rendición de Cuentas, ha estado acompañado de descalificaciones y falsedades. Los estudiantes y varios miembros de la comunidad académica han dado muestras de dignidad y congruencia ante los intentos por someter a espacios de formación y reflexión académica al proyecto político del partido dominante.

En segundo lugar, se habló de las instituciones emblemáticas de la democratización en México. Se trata del Instituto Nacional Electoral y del órgano nacional de transparencia. Ambas instituciones, aunque imperfectas, han garantizado, en el campo electoral alternancias, transiciones pacíficas y ejercicio de derechos políticos. A punto de iniciar un nuevo round con la Presidencia de la República el INE aparece fortalecido frente a la ciudadanía.

En el campo del derecho a saber, el Inai ha permitido colocar los actos de autoridad y de gobierno en la vitrina pública combatiendo la cultura de la opacidad todavía presente en las administraciones. Su asfixia presupuestaria y las disposiciones normativas contrarias a su naturaleza deben de ser combatidas por todas las vías posibles. El acompañamiento social a su trabajo es a la vez exigencia y mejores resultados.

En tercer lugar se habló de las distintas amenazas que pesan sobre la democracia en la región. En particular, destacan la concentración del poder, la erosión de los controles democráticos y la falta de diálogo entre posturas encontradas. La creciente tolerancia en la región a gobiernos de “un solo hombre” como respuesta a la ausencia de derechos sociales está incubando desafección, tolerancia al abuso y a la vez posibles protestas y movilizaciones.

En este sentido es esperanzador las crecientes críticas de quienes rechazan las “democracias capturadas” es decir el gobierno de solamente unos cuantos.

Los nuevos feminismos, la necesidad de contar con partidos políticos fuertes y representativos de la pluralidad de intereses, la inclusión y la innovación en los canales de representación son la puerta para combatir el fenómeno de la corrupción de manera colectiva. Es decir, fortaleciendo los contrapesos.

En el día internacional del combate a la corrupción es pertinente la reflexión de Fernando Savater quien ya señalaba que “no se pueden curar los males de la política con base en la ética, lo mismo que no se pueden apagar los incendios forestales con un hisopo de agua bendita. La política requiere mejor política, la reforma de la política requiere mejor política (..) y su vía es el voto, la presión sobre los políticos, la participación”.

Coordinadora de la Red por la Rendición de Cuentas.
@louloumorales

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