El pietaje de las cámaras civiles en el caso de la muerte de George Floyd detonaron una movilización mundial. Sin embargo, las cámaras policiales son la fuente de prueba que sostiene la acción legal en contra de Derek Chauvin, responsable principal de provocar esta muerte.

El 29 de mayo del 2020, la fiscalía de Minnesota acusó formalmente a Chauvin ante los tribunales. La acusación consta en un breve escrito de siete páginas en el que se especifican los cargos, los hechos, la petición de custodia e incluso, el monto de la fianza a ser considerada por el juez. Dentro del documento, bastan menos de dos cuartillas para detallar con especificidad los hechos que dan pie a argumentar la causa probable de homicidio.

Algo notable es que los eventos clave descritos por la fiscalía prescinden de testimonios. No hay un solo dicho. De forma contraria a lo que sucede en México, en donde los pliegos de judicialización suelen hilvanarse con un rosario de testimonios, en este caso, no se depende de la memoria humana. La acusación está basada en una filmación. Los eventos clave que conducen a la muerte de Floyd fueron todos registrados con cámaras corporales portadas por dos policías que llegaron al lugar del incidente, aun antes de que llegara Derek Chauvin. Así lee la crónica de los hechos analizados por la fiscalía:

8:19:38 p.m. El señor Floyd cayó al piso de frente, todavía esposado. El policía Kueng detenía al Señor Floyd por la espalda, el oficial Lane le detenía las piernas. El acusado (Chauvin) puso su rodilla izquierda en el área de cuello del señor Floyd. El señor Floyd dijo: “No puedo respirar”.

8:24:24 El señor Floyd dejó de moverse.

8:25:31 El video muestra como el señor Floyd no respira ni habla. El oficial Kueng tomó su muñeca y dijo: “No encontré pulso”. Ningún oficial se movió de su lugar.

8:27:24 El acusado (Chauvin) quitó su rodilla del cuello del señor Floyd.

El acusado tuvo su rodilla en el cuello del señor Floyd 8 minutos con 46 segundos en total.

Los oficiales cuyas cámaras filmaron estos hechos también participaron de las agresiones que causaron la muerte de Floyd. Son perpetradores, testigos y generadores de las pruebas que servirán en el proceso contra Chauvin y contra sí mismos.

Las cámaras corporales portadas por policías son un mecanismo de rendición de cuentas esencial y una herramienta para el control y profesionalización de todo tipo de corporaciones. Las cámaras registran eventos en tiempo real, sin cortes, desde una perspectiva subjetiva y sin posibilidad de que las imágenes capturadas sean alteradas. Además, los videos que producen pueden considerarse un documento oficial.

Sabemos que las cámaras corporales pueden servir para acusar policías. Pueden servir también para defender a estas autoridades de una falsa acusación por mala actuación. Las cámaras corporales pueden disuadir el uso de la violencia policial, o el mal comportamiento de los ciudadanos con quien la policía interactúa, pero no la impiden. A pesar de ello, y en aras de promover la objetividad de nuestras evaluaciones, es fundamental plantearnos el uso de cámaras de solapa para todas las corporaciones en nuestro país.

En el caso de George Floyd, la imagen engendrada por la propia policía servirá para reparar la injusticia concreta. Para quienes observamos desde otros países, las mismas imágenes nos permitirán reflexionar sobre la densidad de las reformas policiales que el mundo necesita.


Investigadora en justicia penal

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