En un comunicado con fecha de 15 de febrero del 2022, la Suprema Corte de Justicia de la Nación anunció que atraería el caso que dio origen al documental “Duda Razonable”.

El propio comunicado detalló que la decisión respondió a la propuesta del ministro Presidente de la Corte, Arturo Zaldívar quien, en días posteriores, en conferencia de prensa, explicó sus motivaciones a los medios presentes. Usó frases que conmovieron tanto a las familias que viven el drama retratado en el documental como a los realizadores que ayudamos a contar su historia.

“Si no resolvemos los asuntos que realmente le hacen daño a la gente y la lastiman, si no hacemos un esfuerzo para tratar de revertir una sentencia penal injusta, mañosa, en donde sobre todo se castiga a los que menos tienen…Si un tribunal constitucional no está para defender los derechos humanos de la gente, de la gente más desprotegida cuando los torturan, cuando les fabrican delitos, cuando les dan penas de 50 años de prisión, entonces no sé para qué estamos aquí.”

Con estas frases que rescató y publicó Diana Lastiri, periodista de EL UNIVERSAL, el ministro Zaldívar construyó un puente entre el caso y lo que debería ser la misión central de una corte suprema en cualquier país. http://eluni.mx/hhwf44

La decisión de la Corte es una buena noticia. Por un lado permitirá iluminar las particularidades de un caso en donde los altos funcionarios de una fiscalía local usaron su poder para torcer los derechos de acusados y víctimas, un caso en el que simularon investigar delitos ya investigados a nivel federal o fabricaron delitos inexistentes. Concretamente, la resolución de la Corte podría llegar a devolver la libertad a Héctor, Gonzalo y Juan Luis, víctimas de fiscales sin escrúpulos.

El abogado Iker Ibarreche resume las dimensiones particulares y generales de esta decisión: La importancia de la intervención de la Corte no puede soslayarse en un caso en donde tres personas se juegan la vida, porque con una sentencia de 50 años por secuestro, sin beneficios de preliberación, las posibilidades de salir con vida de la cárcel son escasas. En términos de la jurisprudencia sobre los principios básicos del sistema acusatorio, la Corte tendrá la oportunidad de corregir el rumbo sobre prácticas como la sustitución de jueces en medio de la audiencia del juicio oral o la interrupción injustificada de la propia audiencia cuando su continuación sucede meses después.

Estas prácticas, argumenta Ibarreche, violan los principios constitucionales de concentración, continuidad e inmediación de nuestro proceso penal. Además, también podrán valorar la imparcialidad de la actuación de los jueces de apelación cuando subsanan, corrigen y amplían los alegatos del Ministerio Público. En suma, la atracción y el escrutinio de la Corte podría reparar la injusticia del caso concreto y, al mismo tiempo, permitirá revisar vicios sistemáticos en la implementación del nuevo sistema de justicia penal, estudiando violaciones que son comunes a muchos otros casos.

Un simple accidente de tránsito que se convirtió en una falsa acusación por secuestro, con una sentencia injusta a 50 años de prisión, fue un caso que no mereció la atención de la prensa cuando ocurrió, tal vez porque, de tanto repetirse, este tipo de arbitrariedades no nos sorprenden. Esa historia, un día olvidada, hoy tiene el potencial de crear precedentes que permitan cambiar el desenlace de muchas otras historias.

Investigadora en justicia penal.
@LaydaNegrete

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