La lucha feminista queda en retórica, en frustrada realidad. Las mujeres quedan nuevamente sin avance ni representación real y activa por sus derechos.

Perdida la esperanza con el ejercicio por parte de Morena estos tres años, flanqueada por el efecto de la pandemia y el encierro, las mujeres quedaron entre la espada y la pared el pasado 6 de junio. Impunidad y menosprecio por parte del Estado Mexicano, como canta el Pacto Feminista por los Derechos Humanos de las Mujeres que diversas agrupaciones anunciaron a principios de este mes, y frente a la mediocre propuesta con perspectiva de género por parte de los candidatos y las candidatas en todo el país, las mujeres que salieron a votar la tuvieron muy complicada.

Y al término de la jornada, nos podemos confundir con la nota de que México tendría seis nuevas gobernadoras los próximos años. Si bien a lo largo de toda su historia, nuestro país solo ha contado con ocho gobernadoras o jefas de gobierno y la paridad bien puede aplaudirse, si algo nos ha dejado claro este sexenio, es que esa paridad tanto en el Congreso como en el gabinete del presidente López Obrador, no ha servido para frenar la violencia contra las mujeres, que solo va en incremento, no ha servido para aumentar presupuestos (sino justo lo contrario) que empujen los derechos de las menores de edad ni de las mujeres en su interseccionalidad.

Según datos preliminares del INE, la mayoría de las mujeres que podrían llegar a gobernadoras son de Morena. Marina del Pilar por Baja California, Indira Vizcaíno por Colima, Lorena Cuéllar por Tlaxcala, Evelyn Salgado por Guerrero y Layda Sansores por Campeche. El falso feminismo en acción. El primer infierno. ¿Qué podría esperar el movimiento a favor de las mujeres en Guerrero con la hija de Salgado Macedonio? “Un hombre que me ha enseñado los principios de la lucha social y que es mi máximo ideológico al que respeto y admiro”, fueron las palabras de Evelyn posteriores a las elecciones. Por su parte, la candidata también de Morena en Tlaxcala, Lorena Cuéllar, evitó constantemente pronunciarse a favor de la despenalización del aborto. ¿Cuál izquierda? ¿Cuáles derechos humanos? Pura demagogia.

Y al término de la jornada, nos podemos confundir con la nota de que la Ciudad de México tendría hasta ocho alcadesas. Según también datos preliminares, son mujeres quienes se perfilan para obtener la mitad de las 16 alcaldías. Evelyn Parra en la Venustiano Carranza, Clara Brugada en Iztapalapa, Judith Vanegas en Milpa Alta, Araceli Berenice Hernández en Tláhuac, Lía Limón en Álvaro Obregón, Margarita Saldaña en Azcapotzalco, Alfa Eliana González en Tlalpan y Sandra Cuevas en la Cuauhtémoc. Las primeras cuatro de la coalición PT-Morena y las segundas cuatro de la coalición PAN-PRI-PRD. En las diputaciones locales, con el 99.5% de las actas capturadas (al cierre de esta columna) el mayor porcentaje, 45, lo tiene PAN-PRI-PRD.

La ciudad más feminista, progresista y de izquierda de este país, se sorprendía el domingo por la noche dando este vuelco hacia la oposición, contrario a su preferencia desde que se instauró la democracia con Cuauhtémoc Cárdenas en 1997, como primer jefe de gobierno. Un trago entre dulce y amargo para la ciudadanía, por saberse con el poder del voto que castiga pero frente a otro infierno por sentirse amenazada por la ideología anacrónica, conservadora, antiabortista y anti derechos LGBT+ que caracteriza al Partido Acción Nacional.

En las diputaciones federales, con el 99.5% de las actas capturadas (al cierre de esta columna) la coalición Morena-PT lleva el 26%, mientras que la PAN-PRI-PRD lleva el 25.7%. Más allá de cómo negocien los partidos dentro de la Cámara, los ciudadanos nos volvimos a dividir entre los dos infiernos. Aquí, las mujeres votaron ligeramente arriba en su mayoría por Morena-PT con el 44%, mientras que la otra coalición, PAN-PRI-PRD, llegó al 40%. El 16% de las mujeres votó por alguna otra de las opciones.

Un pacto feminista, cientos de organizaciones en toda la República, dos años seguidos de marzos inéditos, once mujeres asesinadas cada día por el hecho de ser mujeres, más de 82 mil casos de violencia familiar de enero a abril (16% más con respecto al año anterior), uno y medio millones de mujeres sin recuperar su empleo tras el encierro (7 de cada diez desempleados por la pandemia son mujeres), y 300 mil niñas indígenas vendidas para matrimonio tan solo en Guerrero, sin saber bien a bien la temporalidad… Antes, durante y después de las elecciones más importantes de los últimos años, las mujeres en México no solo están entre dos infiernos a la hora de votar, sino entre muchos más infiernos a la hora de vivir.

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