Tras la tragedia ocurrida en el evento de MC en San Pedro Garza García, Nuevo León, nos cuentan que varios voltean al ayuntamiento en espera de que el alcalde Miguel Bernardo Treviño de Hoyo (independiente) haga pública la documentación de los permisos y la empresa responsable del evento, pues por más que se le cuestiona sólo se ha sumado a la “simple explicación” de que todo fue por las “atípicas ráfagas de viento”. Sin embargo, nos indican, muchos piden una explicación de ¿por qué Protección Civil no alertó a tiempo de las condiciones climatológicas? y ¿por qué en la revisión que hizo el municipio un día antes —como lo aseguró don Miguel— no se alertó de lo endeble de la estructura que sólo sostenía las luces sin un soporte mayor, como se hace en la mayoría de los conciertos?
Jaloneos y descortesías en TSJE
Donde se pronostica “una lucha encarnizada de poder”, nos platican, es en el Tribunal Superior de Justicia de Morelos, luego de que el magistrado presidente, Luis Jorge Gamboa Olea, presentó su segundo informe de labores y sólo acudieron cuatro de 21 magistrados del pleno del Poder Judicial local a pesar de que la Ley Orgánica establece que ese acto se rinde ante y para el pleno. Nos relatan que los magistrados se reunieron desde temprano en espera de la convocatoria oficial, pero nunca fueron invitados al acto, por lo que criticaron que el evento fue más bien como una fiesta de 15 años, en el que sólo hubo invitados exclusivos y cercanos a la familia, pero advirtieron a don Luis Jorge que “le tocará bailar con la más fea”. ¡Zas!
Exhibe desorden órgano electoral
Desde Puebla, nos comentan que el árbitro electoral nomás “no está dando el ancho” en la contienda para la gubernatura, pues a pesar de que los tres candidatos estaban de acuerdo para enfrentarse en un segundo debate, el Instituto Estatal Electoral, encabezado por Blanca Yassahara Cruz García, “se echó para atrás” argumentando falta de tiempo. Quienes entraron al quite, nos dicen, fueron organismos empresariales locales, los cuales ofrecieron organizar el encuentro y poner la sede, mientras doña Blanca se quedó como el chinito: “nomás mirando” y dejando incertidumbre. ¡Auch!