La que termina el año “con el pie izquierdo” en Chihuahua, nos platican, es la diputada local de Morena Rosana Díaz Reyes, pues casi es linchada por sus compañeros de bancada debido a que el día de la votación del paquete económico estatal para 2026 no estaba presente porque “fue al baño”, al igual que su compañera de bancada, Edith Palma Ontiveros. Nos explican que en Morena había un acuerdo para votar en contra y, con dichas ausencias, el PAN se impuso y aprobó el paquete económico, por lo que la dirigencia estatal amenazó con llevarla ante la Comisión de Honor y Justicia. En respuesta, doña Rosana dijo que analiza denunciar violencia política de género por el hostigamiento que sufre por parte de sus compañeros. ¡Zas!
Llega un tercero a carrera por BCS
Nos cuentan que en Baja California Sur el jaloneo por la gubernatura subió de tono con el tercero en discordia: el diputado federal Manuel Cota Cárdenas (Morena), quien se dijo víctima de una “campaña negra” orquestada en Los Cabos, porque —según dice— él encabeza las preferencias. Nos señalan que al alcalde de Los Cabos, Christian Agúndez (PT), le pegó la pedrada y le respondió que debería dejar la grilla y atender su chamba en San Lázaro, donde votó a favor del recorte de más de 700 millones a los municipios, además de que lo acusó de campaña anticipada e “invadir territorio”, pues se le ve mucho en su municipio. ¡Qué cordiales!
Priismo cercano a Morena
Desde Oaxaca nos comparten que “dejó varias bocas abiertas” la reunión de morenistas con viejos cuadros del PRI y la cercanía que hay, al grado que la misma militancia criticó los encuentros. Nos señalan que a las reuniones con militantes guindas han asistido los priistas Javier Villacala Jiménez y Héctor Pablo Ramírez Puga, además de que algunos ya empezaron a hacer negocios con políticos expriistas como Alejandro Avilés Álvarez, en el sector inmobiliario y de la construcción. Nos precisan que esto ha causado tanta alarma que la presidenta estatal del tricolor, María del Carmen Ricárdez, calificó estas reuniones como “una treta para sembrar dudas sobre la firmeza del PRI”. ¡Zas!

