El que causó indignación en Guanajuato, nos platican, fue el alcalde de Juventino Rosas, Fidel Armando Ruiz Ramírez (independiente), pues entre funcionarios y varias personas cuestionó a una mujer por ser madre de varios niños, cuando ella le pedía apoyo para útiles escolares. Nos relatan que don Fidel le advirtió que el apoyo se lo daría sólo para uno, “porque tú tienes bien hartos”, y le preguntó indiscretamente si ya se había ligado, a lo que la mujer respondió que en su tercer parto el doctor tuvo la culpa por no hacerlo adecuadamente y tuvo más, y luego don Fidel se quiso hacer el “chistosito” y le reviró: “pues dile al doctor que te lo mantenga”. ¡Vaya sensibilidad de mandatario!
Presidente del TSJ de Morelos pierde credibilidad
Desde Morelos nos comentan que el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Juan Emilio Elizalde Figueroa, se volvió “la visita incómoda” en la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, porque un día promete mayor participación contra la delincuencia y al otro día salen libres delincuentes detenidos en cateos autorizados por jueces, sin dar explicaciones. Nos señalan que en las reuniones aumentan las voces en el sentido de que don Juan Emilio pretende “dar atole con el dedo” a los mandos policiales y castrenses y que el único apoyo que tiene es el de la gobernadora Margarita González Saravia (Morena), quien aún confía en él, pero varios le recuerdan que “genio y figura”.
Autoridades de La Paz ignoran quejas ciudadanas por baches
A pesar de ser un destino turístico pujante, nos comparten que en Baja California Sur los habitantes de La Paz “no saben a qué santo rezarle” para que les hagan caso y compongan de una buena vez sus calles, que ya parecen campos de guerra por la temporada de lluvias. Nos detallan que algunas quejas en el escritorio de Servicios Públicos Municipales, a cargo de Aurora Hernández Espinoza (Morena), llevan hasta dos años sin solución, pues algunas se levantaron en el temporal de 2023, y aunque van y vienen funcionarios ninguno las atiende y, como dijo Don Teofilito: “ni las atenderán”, hasta que pase una desgracia. ¡Qué mal!