Ante el aumento de casos del nuevo coronavirus en México, nos revelan que en San Pedro Garza García, Nuevo León, las alertas se encendieron una vez que en este municipio —el más rico del país— se registrara el primer enfermo de Covid-19 en la entidad. Este caso, nos indican, ha alertado sobre todo al sector empresarial, desde donde se oyen voces que aseguran que uno de sus miembros sería el contagiado, hipótesis que desde otras trincheras no ha sonado tan descabellada, sobre todo tras el cierre indefinido de una parte del exclusivo Club Campestre de Monterrey y la decisión del Tecnológico de Monterrey de suspender clases presenciales. Aparte, nos dicen, en toda la entidad también ha generado alerta la decisión del gobernador Jaime Rodríguez, El Bronco, quien pese a las medidas tomadas por particulares, descartó suspender clases y eventos masivos, pero eso sí, advirtió que probablemente haya más casos. ¿Y la prevención dónde quedó?

Director calla denuncias de acoso

En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, nos comparten, no se ha entendido la importancia de erradicar la violencia de género y, para ejemplo, lo sucedido a las alumnas del Colegio de Bachilleres 145, luego de que tras exhibir a sus agresores —la mayoría de ellos docentes—, el director de su escuela, Alejandro Edén Sánchez, ordenó retirar las acusaciones colgadas en un “tendedero” de denuncias. Pero el tema, nos revelan, no quedó ahí, pues tras intentar callar las voces de las estudiantes, que son obligadas a diario a convivir con sus agresores, don Alejandro tachó de “mentirosos” a los medios que cubrieron el hecho. Ya veremos, nos dicen, si el director general de este sistema educativo, Remigio Jarillo, se anima a tomar cartas en el asunto o, al igual que el directivo de Tuxtla, hace como las avestruces.

Ante agresiones sin sustento, se lavan las manos

Nos comentan que en Culiacán, Sinaloa, colectivos feministas han exigido claridad y sanciones, luego de ser ignoradas —y hasta revictimizadas— tras denunciar que policías municipales siguieron e intentaron detener, sin razón, a un grupo de mujeres que se retiraban de una marcha en el marco del Paro Nacional de Mujeres. El tema, nos indican, es que ante las acusaciones y videos donde se ve cómo un grupo de agentes encapsula a las manifestantes, el jefe de la policía de la capital del estado, Óscar Quinto, salió a decir que sus elementos fueron los realmente afectados, al ser “ninguneados” y golpeados por las activistas, a quienes sólo “deseaban llamar a la cordura, para evitar que cometieran actos vandálicos”. No por nada, nos dicen, grupos feministas han acuñado la frase: “Me cuidan mis amigas, no la policía”.

Una fallida visita diplomática

Y quien aplicó aquello de “más vale aquí corrió, que aquí quedó”, nos señalan, fue el alcalde de Tulancingo, Hidalgo, Fernando Pérez Rodríguez (PRI), luego de que durante una visita a la colonia Metilatla, ciudadanos le exigieron que sus impuestos se reflejaran en obras y apoyos en el lugar, lo que causó el enojo del edil, quien no atinaba más que a decir que él los administraba. Sin embargo, nos dicen, la fallida visita no quedó ahí, y al verse entre reclamos, don Fernando apresuró el paso repitiendo: “Señora, no me toque, por favor, no me toque”, para que al final sus acompañantes apartaran con empujones a las inconformes. ¡Nada como la atención de primer nivel!

Google News

TEMAS RELACIONADOS