En el Congreso tabasqueño, nos comentan, las fricciones en el interior de la diminuta bancada del PRD siguen y cada vez con mayor intensidad. Nos explican que de forma reciente la diputada local Dolores Gutiérrez Zurita abrió la “caja de Pandora” al enviarle un oficio a su coordinador parlamentario, Agustín Silva Vidal, donde le exige que transparente y regrese los 30 mil pesos mensuales que recibe por cada uno de los seis integrantes de su bancada, para la supuesta contratación de asesores, acción que no se ha concretado. De forma textual, nos mencionan, doña Dolores planteó que “usted no puede disponer de ellos [los recursos] unilateralmente, y en virtud de que no se han destinado para los fines que se establecieron, solicito me sean entregados a la brevedad en forma directa, para ser aplicados en la actividad parlamentaria que desempeño”. Ahora, nos señalan, la pregunta es cuánto tiempo se tardará don Agustín en dar la cara y decir “dónde quedó la bolita”.

Austeridad con “fallas” mecánicas

Nos cuentan que en Baja California Sur, quienes dieron muestras de “austeridad republicana” son funcionarios de la 4T, empezando por el  delegado del IMSS, Homero Davis, y el superdelegado Víctor Castro Cosío, quienes emprendieron una gira de trabajo en la entidad, pero en el camino se quedaron “tirados” y les tocó entrarle al trabajo pesado, empujando la camioneta en la que viajaban. Aunque la anécdota que narraron sus propios colaboradores y publicaron en Facebook les valió porras y pareció gracioso, nos dicen que no faltaron los ciudadanos que mostraron su preocupación, al preguntarse que si los vehículos oficiales enfrentan problemas, cómo estarán los hospitales y clínicas del IMSS en la entidad. ¡Ups!

Morenistas, más divididos que una fracción

Nos platican que hay una fuerte ruptura entre los morenistas que gobiernan la capital de Zacatecas, ya que las pugnas entre el alcalde Ulises Mejía Haro y la síndica Ruth Calderón han subido de tono. En un primer encontronazo, nos dicen, se ventiló que en una sesión de Cabildo doña Ruth le reclamó a don Ulises por qué otorgaba espacios a los perredistas y no a la gente de Morena, pero ahora decidió usar sus redes sociales para informar al edil que los pagos a proveedores se harán hasta que ella revise los contratos para terminar “con el tráfico de influencias” de su papá, don Antonio Mejía, excandidato a la gubernatura. En respuesta, nos detallan, el alcalde le exigió de inmediato que mostrara pruebas, lo que terminó en dimes y diretes. Al parecer la pugna es, nos confían, porque el edil anda muy movidito suspirando por la gubernatura en 2021.

Una liquidación más descolorida que azul

El que se fue sin despedirse, pero con los bolsillos llenos, nos revelan, fue el ahora exlíder estatal del PAN en Sinaloa, Sebastián Zamudio Guzmán, quien prefirió no asistir al evento del cambio de dirigente, a fin de no verse expuesto nuevamente al descontento de varios de sus militantes. Lo que más llamó la atención, nos dicen, es que aunque don Sebastián prácticamente se fue por la puerta de atrás, un documento recibido en el Sistema Integral de Fiscalización del INE dejó al descubierto que se autoliquidó con 357 mil 730 pesos, lo que le valió decenas de críticas, pues él mismo, en su periodo como dirigente panista, se quejaba de estrechez económica. ¿Dónde quedó la congruencia?

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