La propuesta presidencial en materia energética es un claro ejemplo de la falta de visión hacia el futuro de este país. No sólo se fomenta el uso de energías sucias, sino que será más cara para todos.

El desempleo continúa, los precios de la canasta básica están por los cielos y de aprobarse la iniciativa enviada por el Presidente de la República a la Cámara de Diputados, los mexicanos tendrán que pagar más por el consumo de luz de sus hogares y de sus negocios. Este gobierno pegándole como siempre a los bolsillos de las familias mexicanas.

La reforma presentada el pasado 1 de octubre busca modificar los artículos 25, 27 y 28 de nuestra Constitución general y con ello, alcanzar dos objetivos:

Primero, desaparecer a los órganos reguladores en materia energética, es decir, eliminar tanto a la Comisión Reguladora de Energía como al Centro Nacional de Control de Energía.

Se le dará a la Comisión Federal de Electricidad completa decisión sobre el sector, lo que es altamente riesgoso. Y al no existir quien vigile y regule la actuación del Estado mexicano, se elimina la competencia y con ello, la inversión extranjera se irá de nuestro país. Nuevamente se perderán miles de fuentes de empleos.

Hemos visto lamentablemente que los servidores públicos de este gobierno actúan anteponiendo su ideología, no el bien servir, ni el bien común. Con este mando total de la CFE, simple y sencillamente se priorizará lo que diga el Presidente de la República o Morena, es decir, no se decidirá por el bien de las personas, ni por el medio ambiente, ni por la soberanía energética.

Y segundo objetivo y más importante, que la CFE genere la electricidad que abastecerá a cada hogar en nuestro país, sin importar el costo o las emisiones contaminantes. Esto, reducirá la participación de las empresas que han desarrollado energía limpia a mejores costos.

CFE no tiene ni la infraestructura, ni la capacidad para producir energía limpia, por lo que deberá recurrir al uso de combustibles fósiles para abastecer a los hogares mexicanos. Se priorizará el uso del carbón, del diésel y del combustóleo, es decir, mientras el mundo combate el cambio climático con el uso de energía solar o eólica, la cual por cierto, es mucho más barata, en México se generará energía sucia y más cara.

Dentro de los foros que ha organizado la Cámara de Diputados, algunos expertos han expresado su preocupación sobre el aumento de las emisiones de dióxido de carbono, de dióxido de azufre y de dióxido nitroso, con lo cual no sólo se deteriora el medio ambiente, también afectará a la salud de la población.

Ante este panorama, se entiende la preocupación del gobierno norteamericano y la visita de su secretaria de Energía. No puede haber un futuro sostenible en la región si México le apuesta a la regresión, al monopolio de la CFE y al uso de combustibles fósiles. Con la 4T vamos hacia una regresión energética.

Senadora de la República.

Google News

TEMAS RELACIONADOS