En noviembre de este año, se celebrarán elecciones presidenciales en los Estados Unidos de Norteamérica y la gran contienda hoy tiene un punto adicional: la vicepresidencia, que se ha vuelto un gran tema de relevancia, ya que puede ser la suma que haga ganar al próximo Presidente de esa nación.

Esta semana, el demócrata Joe Biden definió como compañera de fórmula a una mujer, Kamala Harris, quien es la primera de origen afroamericano en contender por este cargo y la cuarta en competir en las elecciones presidenciales, anteriormente solo han estado en la boleta presidencial Hillary Clinton, Sarah Palin y Geraldine Ferraro. Nunca en el país vecino ha existido una mujer en la presidencia o en la vicepresidencia. Sin duda, su candidatura puede llegar a ser un ejemplo para las mujeres. Tiene la oportunidad histórica de demostrar la fortaleza que se requiere para un cargo de esa magnitud.

¿Quién es Kamala Harris? Es una mujer de 55 años, hija de Shyamala Gopalan, científica de origen hindú y de Donald Harris, profesor de economía de origen jamaiquino. Se graduó de la carrera de derecho en la Universidad de California y posteriormente obtuvo el doctorado en jurisprudencia por la Universidad de Howard en Washington, D.C.

Una mujer de trayectoria en temas de justicia. Fue Fiscal de Distrito en San Francisco de 2004 a 2011, Fiscal General de California de 2011 a 2017 y Senadora por el estado de California desde 2017. No había aparecido en la esfera nacional, sino hasta hace tres años. Una vez en el Senado, se destacó por su trabajo legislativo y por su postura crítica a la Casa Blanca. En diversos posicionamientos se destaca su agenda a favor de las personas más vulnerables, hecho que en este momento la hace muy atractiva para un electorado que exige igualdad en Estados Unidos.

Ha reclamado la necesidad de una reforma para detener los abusos policiales en ese país. Ha exigido el esclarecimiento de los asesinatos a manos de policías, lo que la identifica con un reclamo social a propósito de lo sucedido en Minneapolis.

El trabajo legislativo que se puede consultar sobre ella, se centra en la lucha por los derechos de las personas trabajadoras, con el objeto de aumentar los salarios y lograr una igualdad salarial entre hombres y mujeres. De igual forma, apoya el acceso al cuidado infantil para madres y padres trabajadores, mayor apoyo para los veteranos militares y sus familias. Además, se ha posicionado a favor de los “dreamers” y el DACA para que puedan vivir sin el riesgo de ser separados de sus familias.

Es una mujer que no titubea en ser opositora al actual gobierno, votó en contra del T-MEC argumentando que “las disposiciones ambientales son insuficientes y al no abordar el cambio climático, no logra hacer frente a la crisis de este momento”. Es claro que el Tratado se iba a aprobar, pero ella, fijó una posición polarizada, lo que demuestra su habilidad política para marcar la diferencia con el actual gobierno.

Hoy, de frente a los comicios de este año y en caso de ganar podría ser la primera vicepresidenta afroamericana, lo que la dejaría en una posición trascendente para las siguientes elecciones en 2024, con una posibilidad real de ser presidenta de su país. Para eso falta mucho, pero hoy es un hecho que compite en las ligas mayores, siendo un referente para las mujeres no sólo de Estados Unidos, sino del mundo.

Senadora de la República

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