El 8 de septiembre el Ejecutivo remitió a la Cámara de Diputados , el proyecto de paquete económico para el ejercicio fiscal 2022. Su discusión y aprobación es una prueba de fuego para el bloque opositor en la Cámara, ya que apenas el 1 de septiembre inició su nueva conformación y correlación de fuerzas.

El paquete económico incluye la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación. Este último deberá ser aprobado —de forma exclusiva y antes del 15 de noviembre— por los diputados federales y deberá contener la distribución de los recursos públicos que son obtenidos gracias a los impuestos de los mexicanos.

Es importante señalar que el proyecto de presupuesto enviado contiene una visión centralista y poco federalista, ya que, por ejemplo, propone que la mayor parte de la asignación de los recursos destinados a infraestructura pública sean a obras obsoletas pero prioritarias del gobierno central: la refinería de Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía .

Lo anterior hace que se dejen desprotegidos rubros como salud, en donde el recurso es insuficiente para hacer frente a la grave crisis de escasez de medicamentos y servicios médicos. Se tiene considerado destinar únicamente 2.8% del producto interno bruto al sector salud, muy por debajo del promedio de otros países de la OCDE o del 6% recomendado por instancias internacionales, aunado a que pretenden vaciar el fondo encargado de cubrir las enfermedades que por su alto costo y complejidad han sido llamadas catastróficas, como cáncer o VIH/sida .

Igualmente, no se consideran recursos para la reactivación económica. Estamos viviendo una terrible falta de dinero en el bolsillo de los mexicanos, pero el gobierno no articula nada a favor de la economía familiar. Urgen financiamientos para quienes se han quedado sin empleo. Urgen apoyos para micro y pequeñas empresas que necesitan reactivarse en medio de esta contingencia sanitaría.

El reto de la oposición en este proyecto de presupuesto no es menor, ya que necesitará estar más unida que nunca para generar cohesión entre los grupos parlamentarios del PAN, PRI, PRD y MC. Asimismo, le servirá al bloque opositor como un buen entrenamiento para lo que será la discusión de la regresiva contrarreforma energética enviada por el presidente, que lo único que generará es aumento en las tarifas, energías sucias e incertidumbre.

Unidos, firmes y conscientes de su responsabilidad ante los mexicanos, los legisladores de oposición deben representar los intereses de los ciudadanos. Ningún otro interés debe estar por encima de los grupos, los partidos o las personas en lo individual. Está el interés nacional, el interés del pueblo, el interés de hacer el bien. Ojalá estemos a la altura de esta alta responsabilidad. Una prueba que, si se supera, será en beneficio de México.

Senadora de la República.

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