Esta semana ocho senadores de Morena mostraron el rostro más autoritario que se puede vivir en un cuerpo colegiado. Solicitaron que fuera removida de la Presidencia de la Comisión de Derechos Humanos en el Senado de la República. Si, así como lo leen. Increíblemente en un acto total de incongruencia histórica, quieren callar a la oposición.

Haciendo un análisis objetivo sobre mi proceder, podrían estar enojados por mis posiciones públicas, por mis exigencias de justicia, por mis reclamos ante la corrupción de este gobierno, por haber denunciado el fraude en la elección de la CNDH —¿recuerdan?, se robaron dos votos—, por reclamar la ineficiencia gubernamental en la pandemia que ha generado cien mil familias en luto, por oponerme a las consultas ilegales, por reclamar la destrucción de las estancias infantiles que dejó a más de 300 mil niños sin cuidados.

Al parecer eso habría sido suficiente para tener dos amenazas antes, sin embargo, me entero que lo que les hizo pasar de los amagos a una solicitud formal —por cierto, llena de mentiras— y enviarla el Presidente del Senado, es que he dicho públicamente que denunciaré penalmente al Presidente de la República por inundar a los más pobres de Tabasco.

Increíble, pero Morena no acepta la pluralidad, la diversidad de opiniones, el derecho a disentir. Nunca en la historia en el Senado se había visto tal intolerancia hacia la oposición. Jamás se ha removido a una presidencia, ahora Morena da clases de autoritarismo y censura.

El Senado de la República tiene 46 presidencias de comisión, distribuidas de manera proporcional a la representación de cada grupo parlamentario. Morena debe aprender a respetar los pesos y contrapesos, debe aprender a coexistir con quienes pensamos diferente. No me van a callar. Yo seguiré reclamando justicia cuando se violen derechos humanos. Seguiré representando a millones de mexicanos que no están de acuerdo con las decisiones de este gobierno.

Hoy, parece que si te opones al gobierno por sus malas decisiones y le das voz a las víctimas de violaciones de derechos humanos de este país, eres un franco enemigo de la mayoría y creen que tienen la autoridad de destituir a quien les incomoda. Muy vergonzoso para un partido que se decía venir de la lucha social y estar del lado de las víctimas.

En Morena suponen que su llegada al poder, les permite silenciar a quienes piensan distinto, qué gran error. Porque todos tenemos derecho a disentir, a levantar la voz y a acompañar las causas sociales. Qué alejados están de entender el poder. En su absurda intentona de represión, demuestran poca inteligencia técnica y emocional. Demuestran que son peor que lo que criticaban.

El poder legislativo es un poder autónomo e independiente por naturaleza, no debe subordinarse ante ningún gobierno, sin embargo, en muchos casos Morena lo ha rebajado a ser una instancia de trámite para cumplir los mandatos del ejecutivo federal. Por mi parte, continuaré siendo enfática en mis posiciones y seguiré exigiendo que cesen las violaciones a los derechos humanos en este país.

Porque México necesita que levantemos la voz y sigamos exigiendo que se garantice el derecho a la protección de la salud de los mexicanos y haya pruebas de detección de Covid para todos. En este gobierno, con más de 65 mil muertes violentas, se requieren voces que reclamen justicia, tratar de callarlas es una ignominia. La falta de dinero en los bolsillos de los mexicanos, generada por no ayudar ni a los empleados ni a los empleadores, es algo que por supuesto se debe seguir reclamando. Veremos cuál es la definición del Senado en este amague a la oposición, sin embargo, lo he dicho públicamente y lo reitero, no me van a callar.

Senadora de la República

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