La Ciudad de México está de luto. Han fallecido 25 personas por la irresponsabilidad de Marcelo Ebrard, Mario Delgado y Claudia Sheinbaum, todos amigos y empleados del presidente López Obrador. No empleados de los mexicanos, empleados de López Obrador.

Los hoy partidarios de Morena que han gobernado a la Ciudad de México por más de 23 años, hicieron una sola línea del metro, la “Línea Dorada” y la hicieron mal, mediocre, corrupta. Con su construcción, se han develado diversos delitos como peculado, fraude, tráfico de influencias y desvío de recursos públicos.

En su momento, la Auditoría Superior de la Federación hizo observaciones sobre las irregularidades detectadas a esta Línea 12 como: omisiones sobre la información de fallas y presencia de desgaste prematuro en rieles, no se concluyeron obras de suministro y falta de mantenimiento al mando centralizado, sólo por mencionar algunas.

Ante esta tragedia, ni la Presidencia de la República, ni el Gobierno de la Ciudad de México han dado respuesta a las víctimas y sus familiares. Se ha hecho público en distintos medios de comunicación que algunas personas lesionadas no están recibiendo el tratamiento hospitalario adecuado por falta de insumos médicos. Tampoco se les ha ayudado en el pago de los gastos funerarios a las familias de quienes lamentablemente perdieron la vida.

El Gobierno de la Ciudad insiste en que se ha dado mantenimiento al Sistema de Transporte Colectivo Metro, sin embargo, la cuenta pública del año pasado, muestra un subejercicio del 8.7% en el presupuesto destinado a este medio de transporte. Su austeridad está costando vidas humanas.

Hoy Morena tiene a este sistema de transporte en crisis. El pasado 9 de enero, hubo un incendio en la subestación de control con sede en el Centro Histórico, en el que lamentablemente falleció una persona y se intoxicaron 30 trabajadores. El 11 de marzo de 2020, en la estación Tacubaya de la línea 1, se impactaron dos trenes, como saldo, hubo 41 personas heridas y una persona fallecida. Además, se han presentado conatos de incendio en algunas estaciones e inundaciones, poniendo en riesgo la vida y seguridad de los usuarios.

Es claro que López Obrador vive en la comodidad del Palacio Nacional, que no se sube al Metro, que no se da cuenta de la falta de mantenimiento, de los retrasos en los andenes, de las inundaciones, de los incendios. No sabe nada de esto y no le importa, porque él vive en el privilegio.

Ayer se solicitó ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, llamar a comparecer al hoy canciller Marcelo Ebrard Casaubón, se solicitó se creara una Comisión de investigación y se estableciera un grupo técnico que informara sobre el curso de las investigaciones. Desafortunadamente Morena y sus aliados rechazaron esta propuesta. Negaron hacerles justicia a quienes hoy ya no podrán regresar a sus casas con sus familias y a quienes se encuentran gravemente heridos. Actuando así nunca habrá una transformación en este país.

Sirva esta columna para reiterar mis más sinceras condolencias a los familiares de las 25 personas fallecidas por la lamentable tragedia de la línea 12 del Metro y deseo la pronta recuperación de quienes resultaron lesionados.

Senadora de la República

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