Los caprichos presidenciales le están saliendo muy caro a los mexicanos. Y no sólo por los miles de millones de pesos que están costando al erario, sino por el daño ecológico e irreversible en la Península de Yucatán. El Tren Maya es el claro ejemplo de este ecocidio a manos de Morena.

El proyecto del Tren Maya y sus constantes cambios en el trazo y diseño de la obra, son por demás preocupantes. Demuestra la falta de planeación por parte del gobierno federal y sobre todo, demuestra que le mintieron al pueblo de México cuando prometieron no talar árboles en la zona.

La devastación natural que está llevando a cabo la 4T en la zona sur de nuestro país, ha revelado el verdadero rostro de los funcionarios del gobierno federal, quienes han antepuesto el manotazo presidencial antes que la protección al medio ambiente.

Originalmente, el tramo 5 del Tren Maya pasaría sobre la carretera que conecta a Cancún con Tulum, sin embargo, el gobierno del Presidente López Obrador ha decidido que recorra una zona donde existen cavernas y cenotes. Aunado a lo anterior, están deforestando decenas de hectáreas de bosque tropical en la zona conocida como Garra de Jaguar.

La sociedad civil organizada ha sido clara en sus reclamos, se están devastando zonas naturales, se está dejando sin su hábitat natural a cientos de especies endémicas, además de que están destruyendo vestigios arqueológicos, sin embargo, las demandas no son escuchadas en Palacio Nacional. En la Presidencia de la República no les importa cuál será el costo o el daño que le ocasionen a los mexicanos, sólo les importa cumplir con un capricho.

Ante la urgencia de conocer por qué se han tomado estas decisiones arbitrarias y destructivas en torno a este proyecto, este miércoles, los integrantes del bloque opositor del Senado de la República, solicitamos la comparecencia del Director de Fonatur, de la secretaria de Medio Ambiente, así como de la titular de la Profepa, para que expliquen ante ese órgano legislativo, sobre las irregularidades en la construcción del tramo 5 del Tren Maya.

Lamentablemente, Morena y sus aliados, impidieron que se llamara a la rendición de cuentas a estos funcionarios públicos y nuevamente el pueblo de México, no conocerá la verdad sobre esta obra.

La sociedad civil, especialistas, científicos, organizaciones y artistas han sido atacados desde el micrófono presidencial. Al Presidente de la República no le gusta escuchar que está cometiendo un grave error al destruir una zona natural que enriquece a nuestro país.

Según el titular del ejecutivo federal, se está reforestando al país, pero claramente vemos que está haciendo lo contrario, está destruyéndolo. Ya lo hemos visto con la reforma energética, el gobierno federal prefiere la contaminación y el uso de energías fósiles antes que las energías limpias. Igual pasa con el Tren Maya, prefiere la devastación a la conservación del medio ambiente. Se vea por donde se vea, la 4T es un retroceso en el cuidado al medio ambiente.

Sin duda, el gobierno del Presidente López Obrador es sinónimo de destrucción y de devastación natural.

Senadora de la República

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