Durante el siglo XX, se dio una lucha histórica de las mujeres por el reconocimiento de sus derechos laborales, civiles y políticos, lucha que ha logrado conquistar espacios para su participación en el ámbito público de nuestro país. Este camino sinuoso por el que hemos tenido que transitar, ha materializado diversas reformas al marco normativo.

Hoy destaco la gran reforma que hemos tenido en este año, el Congreso de la Unión modificó nuestra Carta Magna para incluir el principio constitucional de paridad de género, esto es, la mitad de los espacios del poder para las mujeres. Se modificaron nueve artículos constitucionales, se establece así el imperativo de que las mujeres ocupen cargos de decisión en los tres poderes y órdenes de gobierno. En septiembre del año pasado presenté la primera iniciativa y el 6 de junio de este año, el Ejecutivo Federal hacía lo propio publicándola en el Diario Oficial de la Federación. Menos de un año se requirió para que todas las fuerzas políticas nos pusiéramos de acuerdo en priorizar la paridad para nuestro país.

Lo que sigue es la adecuación de la legislación secundaria para alcanzar su máxima efectividad; en el Senado de la República se han presentado más de 60 iniciativas —55 de mi autoría— que buscan el pleno acceso de las mujeres a los cargos de decisión tanto en la administración pública, como en el poder judicial, así como en los organismos autónomos.

Asimismo, es necesario reconocer el trabajo que han realizado diversos grupos de mujeres organizadas, expertas en temas de género, tal es el caso de “Mujeres en Plural” y “50+1”, estos dos grupos hegemónicos de mujeres talentosas, académicas, políticas, empresarias, intelectuales y activistas, han logrado desde su trinchera incidir en los avances de nuestro país, sobre todo, en este año que está por concluir.

Ejemplo de los nuevos tiempos que vivimos para la participación de las mujeres, es el nombramiento de las presidentas de la Cámara de Diputados, Laura Rojas Hernández y de la Cámara de Senadores, Mónica Fernández Balboa, en la presente legislatura. El nombramiento de la nueva Comisionada Ejecutiva de Atención a Víctimas, Mara Gómez Pérez, quien resultó electa de una terna compuesta sólo por mujeres. De igual forma, el Premio Nacional de los Derechos Humanos 2019, fue otorgado a Obtilia Eugenio Manuel, defensora de los derechos de los pueblos indígenas.

El poder judicial, quizá donde más obstáculos se habían presentado, hoy cuenta con la participación histórica de tres ministras en la Suprema Corte, Norma Lucía Piña Hernández, Yasmín Esquivel Mossa y Margarita Ríos Farjat. También es de reconocer que por primera vez en su historia, en julio pasado se emitió una convocatoria dirigida exclusivamente para juezas de distrito.

Esta es mi última columna de este año y me es obligado reconocer los grandes avances que como país hemos tenido. No ha sido una construcción fácil, lleva varias generaciones, pero este 2019 pasará a la historia como uno de los mejores años en la lucha por la progresividad de los derechos humanos de las mujeres. Felicidades a todas por los avances históricos de este 2019. A seguir construyendo un México para todas y todos.

Senadora de la República

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