Actualmente en México se está presentando una considerable crisis hídrica que provoca una gran preocupación tanto en el presente, pero especialmente para el futuro cercano, generando un debate sobre cómo administrar mejor nuestros recursos acuíferos. El discurso, impulsado por el actual gobierno, señala al sector de la industria como uno de los principales culpables; sin embargo, los datos parecen estar en desacuerdo. De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el consumo de agua se distribuye de la siguiente manera: 15% para el abastecimiento público (se refiere al consumo humano); 4% de para la generación de energía; 5% industria autoabastecida, y 76% agricultura. Cabe señalar que a nivel mundial las actividades agrícolas son las principales consumidoras, con un promedio de 70%.
Es entendible que, debido a la importancia de la agricultura, esta sea poco señalada como causante de la crisis hídrica y se dirijan mayormente a la fabricación de productos no indispensables. Sin embargo, la industria está mostrando ser quien mejor y más eficientemente utiliza los recursos hídricos. Por nivel de consumo industrial, la mayor proporción se concentra en los sectores de bebidas y alimentos, específicamente refresqueras, cervecerías, jugos, pan y postres, a los cuales se les unen los sectores de higiene personal y cuidado del hogar.
El mayor problema con el consumo de agua por parte de estas empresas se centra en la contaminación del líquido que procesan y la falta de tratamiento para reutilizarla. Cabe señalar que desde hace unos años se ha estado combatiendo este problema con el objetivo de lograr un consumo neto cero de agua, que implica que las empresas dejen de extraer agua y reutilicen la que ya captaron en el pasado, incluso usando parte de ella para el sector agrícola, aumentando la eficiencia de este, y reinvirtiendo utilidades en regenerar zonas acuíferas. Como referencia, la segunda empresa que más extrae agua (una refresquera) señaló que en 2023 logró que 15% de sus plantas sean de consumo neto cero de agua; el caso de las cervecerías también es alentador, ya que México tiene la industria cervecera más eficiente del mundo en términos de huella hídrica. De seguir extendiéndose esas prácticas, en unos años, el consumo industrial podría ser irrelevante.
Los dos verdaderos problemas son el sector agrícola y el desperdicio de agua en las ciudades, ciertamente quienes más desperdician son quienes más consumen. Según Conagua, 57% del agua que la actividad primaria usa se pierde por evaporación, pero sobre todo por infraestructura de riego ineficiente, en mal estado u obsoleta. Las pérdidas por infiltración y evaporación ascienden a más de 60% del agua almacenada y distribuida para fines agrícolas. En el caso de las ciudades, Tuxtla Gutiérrez, es la que más desperdicia agua, con 70% de fugas según los datos del informe sobre gobernanza del agua de la OCDE; le siguen San Luis Potosí, con 50%; Ciudad de México, con 40% y en menor porcentaje, Chihuahua, Toluca, Querétaro, Culiacán, Acapulco y Hermosillo.
En el futuro el estrés hídrico aumentará, las estimaciones relacionadas con el cumplimento de los ODS, apuntan a que 47% de la población mundial sufrirá las consecuencias hacia 2030 si no se actúa decididamente. Cabe señalar que el gobierno ha implementado un plan para hacer más eficiente el gasto de agua agrícola, sobre el que la Sader estima que se podría limitar a la mitad el gasto actual (sin considerar el desperdicio), invirtiendo en modernizar los métodos actuales de riego y sin tener impactos negativos sobre la producción agrícola.
Otro punto para considerar sobre la exacerbación de la crisis hídrica es el esperado crecimiento de inversión producto de la relocalización, que se estima se concentre en la zona norte del país, donde se tiene la mayor escasez, el dilema de dejar entrar la inversión o proteger el agua tomará una gran relevancia. Sin embargo, creemos que el problema no radica allí, quizá sea mejor aprovechar ese flujo de ingresos para mejorar nuestra red hidráulica y modernizar la tecnología y procesos agrícolas. Es posible que este sea un argumento más para desarrollar el sur, debido a su gran abasto de agua disponible.
Presidente de Consultores Internacionales, S.C.