El próximo 1 de junio Inegi publicará los resultados de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE) para los sectores construcción, industrias manufactureras, comercio y servicios privados no financieros. Este instrumento, tiene como objetivo “generar indicadores mensuales de carácter cualitativo sobre la tendencia y confianza a partir de las opiniones de los dirigentes empresariales de las unidades económicas, para conocer anticipadamente el comportamiento de la actividad económica de los sectores en estudio, contribuyendo a la toma de decisiones de todos los sectores de la sociedad”.

En abril pasado observamos la caída más fuerte en esta serie de indicadores de confianza, por supuesto, reflejo de las expectativas asociadas al Covid-19, a la crisis económica y por supuesto a la incertidumbre.

De manera generalizada, los cuatro sectores observados por la encuesta registran una tendencia a la baja. En abril, el sector de servicios no financieros fue el que reportó una mayor caída en su confianza, con 34.8 puntos, lo que significó una diferencia mensual de -9.3 y anual de -14.3; seguido de industrias manufactureras con 37.4 puntos, lo que significa una caída mensual de -6.9 puntos y -14.0 anual.

Los resultados de la encuesta se presentan a través de cinco subindicadores para cada sector económico: “momento adecuado para invertir”, “situación económica presente del país”, “situación económica futura del país”, “situación económica presente de la empresa” y “situación económica futura de la empresa”. Observamos que el subindicador que mayor caída registró fue el de “mejor momento para invertir”, en promedio, cada sector tuvo una diferencia de -25 puntos respecto de abril de 2019 y, en este caso, las empresas manufactureras son las que mayor desconfianza mostraron.

Nuestra estimación es que la confianza empresarial seguirá cayendo y no vemos que toque fondo. Los empresarios seguirán con fuertes restricciones para invertir, desde su falta de liquidez hasta la falta de certidumbre sobre la rentabilidad futura de dichas inversiones a lo que hay que agregar otros elementos como la falta de apoyos al sector empresarial.

Si bien, al igual que todos quisiéramos ver un cambio en la tendencia, pasarán varios meses antes de que esto suceda, en principio, dependerá de la tan esperada reactivación, de la forma en que se dé y por supuesto, de los efectos de una posible segunda oleada de contagios por Covid-19 en México y el mundo.

En los siguientes meses y quizás años, veremos un fuerte invierno económico en México y prácticamente en todo el mundo, la incertidumbre y falta de confianza serán constantes que los empresarios tendrán que administrar.

Al respecto, las empresas y sus equipos de trabajo deberán mantener una vigilancia permanente de las oportunidades que vayan generándose, aprovecharlas podría ser la diferencia entre la permanencia y el cierre de operaciones, por supuesto, también es importante que se realice un trabajo serio en la identificación de riesgos, medición de impactos para la organización y su mitigación, esto podrá dar claridad de posibles acciones en el corto y mediano plazo que permitan una transición más fluida hacia la recuperación.

Presidente de Consultores Internacionales, S.C.

Google News

TEMAS RELACIONADOS