A lo largo de las últimas semanas en Consultores Internacionales, S.C. hemos realizado análisis desde diferentes puntos de vista sobre la presente crisis económica, principalmente con el objetivo de ofrecer un enfoque fundamentado en datos duros y en la experiencia de varias décadas de trabajo. En esta ocasión, siguiendo esta misma línea, lo hacemos desde una perspectiva de género.

Según datos de Inegi, nueve de cada 10 empresas sufrieron algún tipo de afectación a causa de la pandemia, principalmente disminución de los ingresos, baja en la demanda y escasez de insumos y productos. Uno de los efectos principales ha sido el desempleo: esa misma fuente identifica 2 millones 60 mil 938 personas desempleadas, de las cuales un millón 130 mil 658 (54.5%) son mujeres.

En México, la tasa de desempleo llegó en abril a 5.9%; sin embargo, al observarlo por género, los hombres registran 4.3%, es decir, cuatro puntos porcentuales menos que las mujeres, que llegaron a 8.3%.

La crisis asociada a la Covid-19 motivó también la disminución de los ingresos a 5 millones 734 mil 487 de mujeres, esto es 46.2% del total de mujeres trabajadoras y otras 446 mil 433 que reportan no haber recibido ingresos por la misma causa (3.6%).

La pandemia también obligó a las empresas a tomar una serie de medidas operativas, entre las que se destaca el teletrabajo o home office. Esta última medida llevó a trabajar en casa a más de 7.7. millones de personas, de las cuales 3.4 millones son hombres (44%) y 4.3 millones son mujeres (56%). Los efectos de esta medida son variados y con diferentes impactos.

En principio, hay una sobrecarga de trabajo que recayó principalmente en las mujeres. De acuerdo con Inegi, 92% de las mujeres en home office realiza también labores domésticas, contra 78% de los hombres. Ahora bien, el instrumento no revela qué tiempo dedicó cada género a esta actividad. Sin embargo, la Cuenta Satélite del trabajo no remunerado de los hogares de México estima que por año las mujeres destinan a esta labor 2 mil 151 horas, contra 663 horas de los hombres. Es de suponer que la tendencia no varió significativamente. Lo cierto también es que el hogar no siempre es un ambiente seguro para las mujeres: el confinamiento ha sido un caldo de cultivo para la violencia intrafamiliar, la imposibilidad de salir de casa y los graves trastornos sicológicos que la población en general ha sufrido por la coyuntura sanitaria y económica, son elementos que agravaron la situación.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportó en marzo 22.31% más llamadas, respecto del mes anterior, asociadas a incidentes de violencia contra la mujer, abuso sexual, acoso u hostigamiento sexual, violación, violencia de pareja y de violencia familiar. En el mismo sentido, Naciones Unidas considera que, debido a la crisis, observaremos mayores niveles de estrés, inseguridad económica y alimentaria, disminución de ingresos y desempleo. Ello podría derivar en aumentos de los niveles de violencia contra las mujeres y las niñas, lo que sucedería principalmente dentro de los hogares, lo que a su vez se convierte un obstáculo para salir de círculos de violencia, dejar a sus agresores o activar redes de apoyo.

Sin duda, todo lo anterior tiene también fuertes efectos para la economía y para las organizaciones; en principio, estamos hablando de la pérdida de talento y de innovación. Las políticas con perspectiva de género bien implementadas implican grandes beneficios que van desde una mejora en el clima laboral, menor rotación, mayor facilidad en la transmisión de conocimientos, hasta otros como los reputacionales e incluso mejorar las posibilidades de acceder a nuevos mercados y a adjudicaciones gubernamentales. Es claro que todas las organizaciones se están enfrentando a fuertes complicaciones; sin embargo, es imperativo que se mantenga un compromiso permanente con la equidad, con evitar la violencia laboral, el acoso y por supuesto la brecha salarial.

En Consultores Internacionales, S.C. estamos convencidos de que aquellas organizaciones que promuevan la participación, la productividad de las mujeres, la equidad y aprovechen el talento de todos por igual, tendrán mucho mejores oportunidades de permanencia y de recuperación.

Presidente de Consultores Internacionales, S.C.

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