Empiezo por asentar esto de manera rotunda: lo de Hamas contra Israel ha sido y es terrorismo. Cuando inició el actual conflicto, Hamas asesinó a alrededor de mil 200 personas inocentes (israelíes de todas las edades), secuestró a 250, y todavía tiene al menos a 20 rehenes en su poder. Todo eso, más las vejaciones y torturas infligidas a quienes capturó, son actos repudiables e inadmisibles. Quien no lo manifieste con claridad procede muy mal porque fomenta, con su complicidad silenciosa, que eso se repita: al paso de los años, las historias de terror tienden a ocurrir de nuevo en los conflictos armados.
Ahora bien, lo que ejecutan el primer ministro Benjamín Netanyahu y su gobierno contra el pueblo palestino es una política de Estado de exterminio. Como lo teclee aquí en junio pasado, y lo hicieron otros periodistas y escritores en el mundo durante ese mes, ya no puede haber ambigüedades en esta tragedia humanitaria: es un genocidio lo que se perpetra contra Palestina.
Veamos los hechos más recientes dados a conocer este viernes…

Como dice la cabeza de esta columna, la hambruna ya es oficial en la franja de Gaza. No se trata de la opinión de los medios internacionales ni de “propaganda de enemigos de Israel”, como se afirma en Tel Aviv o Jerusalén: la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases, sistema internacional (con sede en Roma) apoyado por la ONU, que evalúa la situación en el mundo, publicó ayer un nuevo informe que confirma lo que todos sabíamos desde hace semanas: que hay una situación de hambruna en Gaza.
Ese documento llevó a Naciones Unidas a declarar oficialmente la hambruna en la franja. Leo en el diario español El País que se trata de una decisión que se ha tomado únicamente en tres ocasiones desde la creación de este sistema hace más de 20 años, en 2004: ocurrió en 2011 en Somalia, en 2017 en Sudán del Sur, y en 2024 en Sudán. “Esta es, además, la primera vez que se declara fuera de África”, precisa el periódico.
“Después de 22 meses de conflicto despiadado, más de medio millón de personas están enfrentando hambruna, desnutrición y muerte. Otro 1.7 millones de personas -más de la mitad de la población- enfrenta niveles de emergencia de inseguridad alimentaria aguda”, se explica en el informe.
Los expertos de la ONU subrayan que esas personas se encuentran en una situación "catastrófica". ¿Qué cosa puede ser más catastrófica que morir de hambre? ¿Que puede ser más catastrófico que tus seres amados (incluyendo niñas, niños, bebés y ancianos) yazcan desnutridos hasta la muerte?
Ante los bloqueos a la ayuda alimenticia para Gaza de parte de Israel, el director de la OMS, Tedros Adhanom, tuiteó: “Esta desnutrición generalizada, causada por el hombre, implica que incluso enfermedades comunes y generalmente leves, como la diarrea, se están volviendo mortales, especialmente para los niños”.
El responsable de Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk, advirtió que las muertes por hambre son criminales. “Es un crimen de guerra usar el hambre como método de guerra y las muertes resultantes pueden ser consideradas como el crimen de guerra de asesinatos intencionados”, dijo. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, tuiteó que lo de Gaza es un desastre provocado por el hombre, una inmoralidad y un fracaso de la humanidad en sí misma.
“La hambruna no solo se trata de alimento, es el colapso deliberado de los sistemas necesarios para la supervivencia humana”, agregó, y arremetió contra Israel que, “como la potencia ocupadora, está obligado bajo el derecho internacional a garantizar alimento y recursos médicos a la población”. Exigió un alto el fuego, la liberación inmediata de los rehenes que tiene Hamas y la entrada sin restricción de ayuda humanitaria.
Palabras y más palabras de muchos países y organizaciones este viernes y desde hace meses, pero lo cierto es que el mundo no hace nada concreto para impedir esta barbarie. Al paso de los años toda la comunidad internacional de hoy será severamente juzgada por esta imperdonable omisión que raya en la complicidad absoluta.
O que las señoras y señores líderes del mundo vayan a ras de suelo a explicarles su inacción y su verborrea a las madres gazatíes que cada semana ven morir de hambre a sus niñas y niños famélicos.
Qué vergüenza para eso que pomposamente llamamos “humanidad”.
TRASFONDO
Para las lectoras y lectores que no han leído algo acerca del debate internacional que se ha dado sobre el término “genocidio” aplicado en Gaza, les comparto parte de lo que publiqué en EL UNIVERSAL hace dos meses…
De acuerdo con el Diccionario panhispánico del español jurídico de la Real Academia Española, un crimen de lesa humanidad es el que se comete como parte de un ataque generalizado contra una población civil. El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, en su Artículo 7, define:
“1.- (…) se entenderá por «crimen de lesa humanidad» cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil (…): a) Asesinato; b) Exterminio; c) Esclavitud; d) Deportación o traslado forzoso de población; e) Encarcelación u otra privación grave de la libertad física (…); f) Tortura; (…); h) Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género (…); j) El crimen de «apartheid». k) Otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física”.
Luego, el Estatuto determina:
“2.- A los efectos del párrafo 1: a) Por «ataque contra una población civil» se entenderá una línea de conducta que implique la comisión múltiple de actos mencionados en el párrafo 1 contra una población civil, de conformidad con la política de un Estado o de una organización de cometer ese ataque o para promover esa política; b) El «exterminio» comprenderá la imposición intencional de condiciones de vida, entre otras, la privación del acceso a alimentos o medicinas encaminadas a causar la destrucción de parte de una población; (…); g) Por «persecución» se entenderá la privación intencional y grave de derechos fundamentales en contravención del derecho internacional en razón de la identidad del grupo o de la colectividad. h) Por el crimen de «apartheid» se entenderán los actos inhumanos de carácter similar a los mencionados en el párrafo 1 cometidos en el contexto de un régimen institucionalizado de opresión y dominación sistemáticas de un grupo racial sobre uno o más grupos raciales y con la intención de mantener ese régimen; (…)”.
Lo que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, perpetra en Gaza, junto con todo su gobierno, entonces, de acuerdo con el Derecho Internacional, sí es un genocidio. Y no es que lo diga yo, así lo establece el orden global: el 9 diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 260 A (III), adoptó la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. La resolución para perseguir tal delito entró en vigor el 12 de enero de 1951.
¿Qué es “genocidio” para las naciones?
“Artículo II. En la presente Convención, se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, cometidos con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal: a) Matanza de miembros del grupo; b) Atentado grave contra la integridad física o mental de los miembros del grupo; c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física total o parcial; d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo; (…)”.
Es decir, todo lo que ocurre en Gaza, en Palestina.
Un genocidio.
Twitter: @jpbecerraacosta