La organización Endeavor México en su estudio llamado “Rehabilitación del ecosistema emprendedor Post-COVID-19”, destaca que cada hora cierran definitivamente 7 empresas en el país, lo que significa que cada 60 minutos,13 mil 700 mexicanos y mexicanas pierden su empleo, y un mil 366 personas entran en la pobreza.

Añade que estas cifras obedecen a sectores del empleo estable como: las aerolíneas, grandes almacenes, logística, industrial, productos farmacéuticos, higiene y energía.

Oyuki García llevaba 10 años trabajando para un centro educativo de prestigio. Fue despedida a causa de la cancelación de clases presenciales por la pandemia de Covid-19. El instituto les dijo que la reducción del pago de mensualidades e inscripciones ya nos les permitía pagar toda la nómina.

Hoy Oyuki forma parte de los 2 millones800 mil personas sin empleo que hay en el país, de acuerdo con el cierre del tercer trimestre del año que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN), muestra que la situación actual laboral y la disminución de la población económicamente activa (PEA), no es la más adecuada, pues de julio a septiembre se registraron números rojos, principalmente en sectores como el comercio, servicios y turismo que sehan vistos más afectados.

Eduardo González trabajaba en un empresa editorial hasta que la pandemia hizo estragos y fue despedido. Hoy vende miel orgánica para tener ingresos y poder pagar los gastos de sus dos hijos. “No puedo quedarme con los brazos cruzados, y aunque seas abogado, ingeniero o arquitecto, debes emplearte aunque no sea en lo que estudiaste”, sostuvo.

El informe del INEGI detalla que la pérdida de empleos de tiempo completo, el trabajo informal y la desocupación son indicadores que incrementaron en el tercer trimestre de este año.

La encuesta resalta que hubo una reducción de 3 millones 600 mil personas en el mercado laboral en septiembre comparado con 2019, por lo que la tasa de desocupación llegó a 5.1%, mayor a la reportada el mismo mes del año pasado que fue de 3.7%.

Rosa López conduce un Uber, la cocina económica donde laboraba cerró, pues las empresas que se encontraban a su alrededor dejaron de trabajar físicamente y ahora lo hacen desde casa. Rosa tuvo que aprender a manejar el auto que dejó su esposo. “Soy viuda, tengo tres hijos y la pensión no da para todo. No hubo liquidación. Yo tengo que ver por mis hijos, no puedo quedarme esperando ayuda de nadie, menos del gobierno”, asienta.

El INEGI señala que las mujeres son el sector más afectado por el desempleo, que comparado con septiembre 2019, este año 2 millones 300 mujeres dejaron de laborar; mientras que los hombres tuvieron una reducción de un millón 900 mil.

En julio, el INEGI dio a conocer que 9 de cada 10 microempresas se han visto afectadas por la pandemia del Covid-19, y que obligó a cerrar varias de ellas; en informe sostiene que de las 5 mil empresas que participaron en la encuesta, 7.8%, recibió un apoyo gubernamental. En tanto que el 93.2% han sufrido fuertes afectaciones económicas.

De las compañías afectadas, 91.3% vio disminuir sus ingresos, 72.6 sufrió una baja de demanda de sus bienes o servicios, y un 33.9%, ha resentido la escasez de sus productos.

La Comisión Económica para América Latina (Cepal), señala que en México hay 500 mil empresas formales en riesgo de desaparecer debido a la crisis disparada por Covid-19, y se concentran en el comercio al mayoreo, al menudeo, el turismo, la manufactura, automotriz, autopartes, construcción, servicios e industrias culturales.

Y si a esta desgarradora realidad se suma ahora la anunciada desaparición a rajatabla del outsourcing, en lugar de sacar el bisturí para hacer los cambios en aquello que contravenga los derechos de los trabajadores para acabar con casos de abuso y corrupción, el invierno para millones de familias y miles de empresas será el más adverso y largo de nuestras vidas.

Por eso es importante acompañar o apoyar temporalmente a empresas como a sus trabajadores. Las primeras para que tengan la oportunidad de esquemas que faciliten el pago de impuestos; los segundos, para que reciban un ingreso temporal ante la falta de un ingreso fijo; y tercero, un programa que convoque al sector empresarial y a los tres órdenes de gobierno para que en conjunto se eviten pérdidas mayores.

Senadora de la República

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