Esta semana las niñas, niños y adolescentes fueron portada en varios medios de comunicación, ¿por qué?, porque los contagios de covid en este sector población están incrementándose debido a la variante delta; y dos, porque México es el país número uno en orfandad en todo el mundo debido a la pandemia.

El desprecio de las autoridades federales por la niñez en México es evidente. No hay medicamentos ni vacunas suficientes para ellos, ni programas que contrarresten la orfandad a causa de la pandemia por Covid-19, ni por la violencia intrafamiliar.

Apenas el sábado pasado madres y padres de niños y niñas con cáncer se manifestaron para decir que lo que quieren son medicinas y no un golpe de Estado.

Recientemente se dijo que “todavía no hay algo grave de la afectación de niños por covid de ninguna variante”, aun cuando los contagios incrementan.

Cifras oficiales dan cuenta que hasta el 13 de junio más de 52 mil 810 niñas, niños y adolescentes se han contagiado, y que cerca de 600 han perdido la vida. El mayor número de contagios se concentra entre los menores de 12 a 17 años (30 mil 193 casos positivos); 12 mil 565 casos en menores de 6 a 11 años y 10 mil 050 en menores de 5 años.

Datos de la Secretaría de Salud señalan que los casos positivos de covid durante la segunda semana de junio han aumentado 0.7% en el grupo de 0 a 5 años; 0.7% en el grupo de 6 a 11 años, y 0.8% en el grupo de 12 a 17 años, en contraste con la semana anterior.

La tercera ola de la pandemia ya comienza a hacer estragos en el país, tan solo en un día se registraron 16 mil contagios, si bien nadie cuestiona la importancia de regresar a clases, tampoco se puede desestimar el riesgo que corren las niñas, niños y adolescentes. Por eso es importante definir qué política se va hacer si el principio del que se parte es que no se contagian, enferman o mueren, lo cual es totalmente contrario a la realidad.

Pero eso no lo es todo, el covid ha dejado en la orfandad a 131 mil niñas, niños y adolescentes en México, colocándonos en el primer lugar en todo el mundo de acuerdo con una investigación publicada en la revista médica británica The Lancet.

De los 21 países estudiados en la investigación denominada "Estimaciones mínimas mundiales de niños afectados por la orfandad asociada al COVID-19 y la muerte de los cuidadores", se calcula que en México 33 mil 342 menores sufrieron la muerte de su madre, 97 mil 951 perdieron a su padre, y 32 mil ambos padres.

Al considerar que muchos de ellos son cuidados por abuelos o parientes mayores de 60 a 84 años, la cifra de huérfanos por la epidemia en el país se eleva a 141 mil 133. El DIF afirma que son 7 mil los menores en situación de orfandad, pues en promedio, 28 niños al día pierden a uno de sus padres.

Por ello es que desde el Senado hemos exhortado al Ejecutivo federal a contar con un Registro Nacional de personas menores de edad en situación de orfandad a causa de la pandemia, y a diseñar e implementar un Programa Nacional de Atención Integral a los menores que quedaron en esta situación, pues como dice la investigación, las niñas, niños y adolescentes en orfandad son la trágica consecuencia de las miles de muertes por la epidemia.

No hay programas para acompañar a niñas y niños en orfandad o víctimas de violencia intrafamiliar, no al menos en la magnitud que se requiere y con la urgencia que se necesita.

Sólo con una atención integral en donde el Estado mexicano participe en su conjunto, podremos acompañar de manera adecuada a las niñas, niños y adolescentes en situación de orfandad. Cada uno de ellos tiene una historia, un nombre, un dolor inmenso, sueños y derecho a la realización de éstos, derecho a la educación, a la alimentación, a la salud, y no hay tiempo que perder.

Senadora de la República 

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