La doctora Diana ha buscado por todas las formas ser vacunada contra la Covid-19, es médico particular y hasta ahora no ha tenido suerte. Desde que comenzó la inoculación al personal médico la doctora se registró en las listas de vacunación oficial para poder recibir el reactivo como médico particular, aún está en espera.
"Los días que estuvieron vacunando en una de las sedes en la Alcaldía Venustiano Carranza, cerca del consultorio particular donde laboro, fui a formarme para ser acreedora de una vacuna, nunca lo conseguí. Me decían que tenía que regresar una hora antes de que terminara la jornada para ver si aún quedan reactivos y poder vacunarme. Ha sido un peregrinar", comenta.
La doctora Diana médico cirujano por la UNAM, trabaja en un consultorio privado desde más de 10 años, ha atendido pacientes con covid, es madre de familia, esposa y cuida de sus padres.
"Es increíble que por ser del sector privado no seamos beneficiarios de la vacuna, en ningún país del mundo se ha hecho está diferencia ni discriminación solo por no pertenecer al sector público. Es una tontería hacer diferencias, como si el virus dijera que por ser del sector privado no nos afectará, estamos tan expuestos como los que atienden en los hospitales públicos", señala.
Recientemente y en diversos estados de la República, médicos que laboran en instituciones privadas, consultorios o en farmacias, se han manifestado en las calles para exigir al gobierno federal ser inmunizados por ser un sector vulnerable y prioritario.
"Nos sentimos humillados: el gobierno nos ha dado la espalda”, reclamó el oncólogo Christian Camacho, quien en días pasados acudió a la Escuela Médico Naval, para recibir una dosis, reportó el diario El País.
México es el país que registra la tasa de mortalidad más alta para el personal sanitario a causa de covid. La Dirección de Epidemiología de la Secretaría de Salud (DGE), reportó hasta marzo la muerte de 3 mil 47, de los cuales 47 por ciento eran médicos; 29 por ciento, trabajadores de la salud; y 19 por ciento, enfermeras.
El 61 por ciento de las muertes confirmadas se concentran en Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Veracruz, Jalisco, Guanajuato, Tabasco, Chihuahua, Hidalgo y Sonora.
El reporte señala que al menos 581 decesos han ocurrido en trabajadores entre 60 a 64 años; seguido del grupo de 55 a 59 años con 560 fallecimientos; 498 entre el personal de 65 a 69 años; 38 de 25 a 29 años y 93 de 30 a 34 años.
A la fecha en el país se han vacunado a más de 661mil trabajadores sanitarios, la mayoría del sector público.
El responsable de la pandemia, Hugo López Gatell, ha pedido a los médicos del sector privado tener "paciencia", como si el virus esperara, bajo el argumento de que no se tiene un censo médico y que a menudo han recibido listas que están “infladas”.
El médico privado Gustavo Celis, quien por hacer una residencia en un hospital público fue inmunizado, dijo: “decir médicos de primera línea es muy ambiguo. Hay muchos generales, con especialidades o con consultas privadas que se han infectado al recibir a pacientes que no sabían que tenían covid, la mayoría de ellos con cubrebocas que no tienen ningún efecto protector”.
“Creo que está habiendo una falta de equidad por parte del gobierno en la protección de los médicos. Se está diferenciando entre los institucionalizados y los privados, que no entran en los registros oficiales”, afirmó a EL PAÍS.
La pandemia de covid no distingue entre personal de salud del sector
público y privado, pero el plan de vacunación y las reiteradas muestras de desprecio de López Gatell por aquellos que han sido etiquetados como adversarios, enemigos y conservadores, sigue cobrando miles de vidas.
Mientras siga imponiéndose el militante, el arrogante y el enamorado de su propia voz, y siga ignorando la ciencia, la realidad, a la muerte, y su reclamo sea por las "cifras redondas" culpando a los medios de comunicación, la peor de las tragedias evitables seguirán enlutando miles de hogares.
Y la vacuna será parte de la polarización, del odio y no del derecho a la salud y a la vida para aquellos que en el discurso son héroes, pero en la realidad son los humillados y despreciados ni más ni menos que por el responsable de conducir la pandemia.
