Ahora sí, toda la leña al asador, no más simulaciones, es momento de definición, sin medias tintas, fuera máscaras; los adversarios como lo que son: enemigos. Lo importante es el poder, mantenerlo o conseguirlo.

Arturo Zaldívar desdeñó la presidencia de la Suprema Corte de Justicia sin completar el ciclo previsto, la ambición personal se impuso a la responsabilidad profesional; acto seguido, Zaldívar salió del closet haciendo pública su incorporación al equipo cercano de Claudia Sheinbaum —acuerdo seguramente pactado siendo ministro— como responsable del proyecto de reforma del Poder Judicial, asegurándose una privilegiada posición en la próxima administración. Días atrás se informó que la Corte recibió y admitió una denuncia anónima contra el exministro Zaldívar y algunos colaboradores, por presuntos actos de presión, corrupción, extorsión, amenazas, intimidación, hostigamiento y acoso a empleados, jueces y magistrados, denuncia hecha pública. Se señala al exsecretario general de la presidencia del Consejo de la Judicatura Federal, Carlos Antonio Alpízar, de encabezar un grupo de operadores de Zaldívar que presionaban a jueces para dictar sentencias a conveniencia, ubicados en el piso 14 del CJF.

Zaldívar, de manera inédita, anunció su determinación de solicitar conjuntamente con Morena un juicio político en contra de la ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña, denunciándola ante el Consejo de la Judicatura Federal, la Fiscalía General de la República y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, además de presentar varias quejas ante el Instituto Nacional Electoral. “La ministra Piña decidió intervenir activamente en el proceso electoral, a través de la admisión de una supuesta denuncia anónima sin ninguna prueba que desde la Corte se distribuyó masivamente a los medios, en las redes, con el único propósito de dañar políticamente a mi persona y a nuestro movimiento”. Zaldívar acusa a la ministra Piña de operar a favor de la candidata de oposición, Xóchitl Gálvez, habiéndose reunido con los dirigentes nacionales del PRI y del PAN en una casa de Lomas de Chapultepec, para preparar dicha denuncia anónima. Morena reforzó culpando a Norma Piña por echar mano de la Suprema Corte y del Consejo de la Judicatura para dañar políticamente a ese partido y a su candidata Claudia Sheinbaum, al admitir una denuncia anónima en contra del exministro Arturo Zaldívar. El infaltable Mario Delgado: “La derecha ahora tiene una nueva coordinación de campaña, la ministra presidenta de la Suprema Corte. La ministra Piña se ha convertido en la jefa de la guerra sucia de la candidata del PRI y del PAN… algo huele mal en la Corte, se está echando a perder. Ya hasta huele a tepache”. Mario Delgado, encarrilado, anticipó la denuncia en la SFP contra Xóchitl por inconsistencias en sus declaraciones patrimoniales, además de innovar el moche a favor del cártel inmobiliario. Ya en su momento AMLO confirmó haberle pedido a Zaldívar que éste, ¡respetuoso!, hablara con los jueces para hacerles saber el interés del Ejecutivo que resolvieran los casos a su cargo en determinado sentido. Ahora AMLO agregó: “El Poder Judicial está casi en su totalidad podrido… detrás de la denuncia contra Zaldívar están los potentados, la mafia del poder y el bloque conservador”.

Este sainete podría titularse: “Discordia entre los justos”.


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