6pm. del domingo de elecciones. Aparecen en pantalla los sonrientes líderes de la Alianza Va Por México flanqueando a la jubilosa Alejandra del Moral, anunciando su contundente triunfo. ¿Pensaron que su bloff se impondría a lo evidente? Sólo ahondaron en su descrédito.

En el Estado de México, tras casi un siglo de predominio del PRI, a Alfredo del Mazo III, le corresponderá la triste encomienda de entregar las llaves del Estado más poblado del país a la representante de Morena, Delfina Gómez. Texcoco desbancó a Atlacomulco. Coahuila y Durango -ambos en coalición- morralla que le queda al otrora avasallador PRI, le permite continuar pataleando al lado de la chicalada en la arena política nacional.

Los dirigentes del PRI, PAN y PRD, raudos y veloces, se lanzaron a firmar la alianza electoral para 2024, aún sin haber definido el método a seguir para elegir candidaturas, pero eso sí, dejando muy en claro por parte de Alejandro Moreno que “ningún retazo de Morena tendrá cabida”. O sea, el PRI no quiere saber de retazos. Y en cuanto a la posible inclusión de Movimiento Ciudadano en Va por México, el mismo Dante Delgado insiste en descartarla, no tiene motivo para juntarse con un equipo perdedor dirigido por desacreditados líderes, ¿por qué embarcarse voluntariamente a tocar violines en el Titanic? MC anticipa que propondrá a su propio candidato para finales de año. Insisto: Cual sea la causa, más de un candidato de oposición es claudicar a favor de Morena.

En Morena, Marcelo Ebrard ha sido la primera corcholata en destaparse, anticipándose al Consejo Nacional que se reunirá el próximo domingo para fijar las reglas del juego a seguir. Las inminentes renuncias definitivas de las demás corcholatas propiciarán que el gas se salga a borbotones. Se facultará a los aspirantes a hacer proselitismo entre el 15 de junio y la tercera semana de agosto, exhortándolos a evitar confrontaciones y debates entre aspirantes, realizando una encuesta nacional a fines del mismo agosto, dando a conocer los resultados antes del 15 de septiembre, designando al ganador como “Coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación” para en su momento ser nombrado candidato presidencial.

AMLO categórico declara que no habrá de intervenir en favor de ninguna de las corcholatas, sin embargo, anticipamos que la suya será una ausencia presente –“lo que diga mi dedito” – a lo largo del proceso electoral –y probablemente después– definiendo los pasos a seguir. La oposición de proseguir dando vueltas en círculo, habrá de continuar explicando los motivos de sus venideras derrotas. Los resultados electorales evidencian que los dirigentes partidistas de la alianza Va por México no están a la altura del enorme reto que se avecina el año próximo. La presente circunstancia exige abrir paso a nuevos liderazgos, rostros frescos con innovadoras propuestas más acordes a la realidad del país, pasando por un proceso de selección “abierto, incluyente y transparente” Seamos realistas, la oposición –hasta hoy– no ha mostrado a un aspirante de unidad que entusiasme y motive al elector, en tanto que Morena acapara la atención pública placeando a sus corcholatas.

El reto para la oposición es presentar una propuesta propia más convincente que la continuidad con cambio.

Analista