El justificado objetivo de los aspirantes en el actual proceso electoral, al igual que de los partidos políticos que los respaldan es ¡ganar!, pero por lo visto se trata de ganar a cómo sea, incluso eludiendo la consensuada ley electoral apenas reformada.

De entre las diversas candidaturas cuestionadas sobresale el sorprendente caso de Félix Salgado Macedonio y por añadidura el de Raúl Morón, en su respectiva intención de contender por las gubernaturas de Guerrero y de Michoacán. Efectivamente, los motivos de la descalificación de ambos pretendientes parecen ser irrelevantes, pero la función del INE es aplicar la ley, no acomodarla. Artículo 214 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales: “Si un precandidato incumple la obligación de entregar su informe de ingresos y gastos de precampaña dentro del plazo antes establecido…no podrá ser registrado legalmente como candidato”. ¿ Le quedaba alguna otra opción al INE? ¿Habría sido justo aplicar alguna sanción económica? ¿Le corresponde alguna responsabilidad a Morena por no haber presentado los informes requeridos ?. La bola de nieve se hizo más grande ante la negativa del TEPJF a resolver la controversia correspondiente, optando por devolver los expedientes al INE, exhortándole a reconsiderar su determinación de eliminar del proceso a ambos candidatos.

Aquí es donde la civilidad se escurrió, Félix Salgado en un mitin frente a la sede del INE, presentó un ataúd negro con la pinta “Lorenzo cuenta tus días rata demonio” clamando “Ha muerto el INE, se murió el INE, se murió Lorenzo…¿ No le gustaría al pueblo de México saber donde vive Lorenzo Córdova? ¿Si le gustaría saber como está su casita, de lamina negra que cuando llueve se gotea y moja su cuerpo? ¿Sí?, cabroncito, eh!”…Que no le rasquen los huevos al toro, porque nos van a encontrar”. El líder de los seguidores de Morena, Mario Delgado, aportó su granito de arena, amagando con que el plantón permanecería “afuera de esta cueva de ladrones en que la han convertido Lorenzo Córdova y Ciro Murayama”. Luego, ya bajando la nata, Salgado trató de corregir: “Ahora dicen que estoy haciendo apología de la violencia. ¿A poco eso es violencia?...no estamos presionando a nadie, estamos aquí porque tenemos la libertad de oponernos a actos en contra de la democracia”.

Por su parte, el presidente López Obrador se mostró opuesto a la resolución del INE –“Yo no tengo confianza en el INE”- considerándola una expresión de fobia y antidemocrática, proponiendo que sea el pueblo el que decida, sugiriendo al respecto que el TEPJF realice encuestas telefónicas en Guerrero y en Michoacán . Es de apreciar la declaración de Santiago Nieto, hombre del Sistema, quién sostuvo que la reacción de Félix Salgado fue incompatible con las reglas de la democracia, expresando que los consejeros electorales lo que hacen es aplicar la ley, enfatizando que el TEPJF debió haber resuelto a fondo y no desgastar al INE regresándole el asunto.

Ahora que el balón está nuevamente en cancha del TEPJF, más vale que éste decida convincentemente, es mucho lo que está en juego, incluyendo su propio requerido prestigio. En caso que el TEPJF absolviera a Félix Salgado y éste llegara a ser gobernador, ¿podría avizorarse un gobierno congruente, maduro, estable y progresista donde sea respetado el señor Gobernador?

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