El sábado 25 de noviembre se conmemoró en todo el mundo el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Es una fecha para conmemorar a las víctimas de la violencia de género y para denunciar la persistencia de este grave problema social que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. En México es un hecho que la inseguridad y la violencia desatada en los últimos años nos afecta a todos los mexicanos, pero es evidente que las mujeres son mucho más vulnerables. La percepción general es que la ola de violencia irracional contra las mujeres va en aumento en muchas regiones del país. Es una situación ofensiva que no debemos seguir tolerando como nación.

La violencia en contra de las mujeres, sólo por el hecho de ser mujeres, es uno de los flagelos de México. Es un obstáculo para el desarrollo igualitario de nuestra sociedad. El simple hecho de ser mujer en nuestro país ya trae consigo una desventaja. No hemos podido erradicar estereotipos tan despreciables como el machismo; las mujeres son víctimas de todo tipo de discriminaciones y agresiones sólo por el hecho de ser mujeres. La violencia machista sigue presente en todas las capas sociales.

Hay una parte del problema que nos corresponde a toda la sociedad: debemos educar a nuestros hijos en una cultura de igualdad entre hombres y mujeres y de rechazo a la violencia. Está comprobado que la violencia que enfrentan las mujeres se gesta desde las primeras etapas de la vida. En la medida en que mujeres y hombres aprendan desde la más temprana edad, que existen formas no violentas de resolver conflictos, podrán rechazar la violencia en la escuela, en el trabajo y en la vida cotidiana. Sólo con una profunda transformación cultural podremos construir una nación más igualitaria.

Pero hay otra parte muy preocupante que tiene que ver con la impunidad y que corresponde por completo a la autoridad. Los datos son alarmantes: desde el año 2015 en que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) comenzó a contar los feminicidios, se han contabilizado en nuestro país un total de 6 mil 543 casos de feminicidio; de esos, 730 han sido en contra de niñas y adolescentes de 0 a 17 años. La cifra es verdaderamente alarmante, pero más alarmante aún es saber que según cifras oficiales más del 90% de los homicidios de mujeres que se cometen en nuestro país quedan impunes. Vivimos en un país en el que reina la impunidad. Las autoridades de los tres órdenes de gobierno deben reconocer que hay un gravísimo problema y actuar en consecuencia y que, su actuar, no se vea limitado por cálculos políticos para que realmente se vaya a fondo en la lucha contra la impunidad.

No puedo menos que expresar todo mi reconocimiento a las mujeres que han levantado su voz y están dando la cara para exigir que en nuestro país se ponga fin a la violencia en su contra, pero, no debe de ser un asunto sólo de mujeres, si realmente queremos que se resuelva, también los hombres tenemos que involucrarnos en esa lucha. Mientras persista la desigualdad entre hombres y mujeres y no se ponga fin a la violencia en contra de mujeres, México no podrá salir adelante.

Abogado.

@jglezmorfin

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