Capote de Dios

La cada vez más rabiosa querella del presidente contra la prensa nacional e internacional lleva a sus oyentes a adentrarse en los análisis, opiniones, reportajes y testimonios más atacados (y temidos) por el propio presidente. Es por ello que esta semana probablemente nos quedemos con dos opciones, a escoger: nos encontramos en un país roto por la mala gestión de este gobierno, de acuerdo a un reportaje del que nos enteramos por la airada reacción del presidente, o aquí estamos en el peor lugar para vivir, de acuerdo al ranking de Bloomberg contra el que acaso estallarán en Palacio en las siguientes horas. Pero también hay quienes lo toman con humor. Si el Salón Panamericano de Palacio Nacional, me choreaba un corresponsal, fuera un ruedo taurino (y no una hoguera inquisitorial), la agencia de noticias estadounidense Bloomberg podría convertirse hoy en el capote de Dios para el diario español El País. Me ilustró hace tiempo en esto Jacobo  Zabludovsky, tras aplicárselo a un lance político. En la jerga taurófila, se trata del capote que aparece de la nada en la trifulca que se arma en la arena cuando el matador es derribado por el animal. Allí, como caído del cielo ondea de pronto el capote de Dios que distrae y se lleva lejos los pitones a punto de perforar la femoral o el pecho del torero.

Esta vez, el capote inesperado de Bloomberg podría entrar al quite para librar al emblemático periódico de la transición democrática española, por dos días arrastrado entre las patas del toro Mañanero, embravecido éste contra esa casa editorial por haber preparado y publicado un reportaje para el arribo de cien mil muertes mexicanas (sólo las de la poco creíble contabilidad oficial) consumadas por la pandemia del Covid-19. El título de este recuento periodístico enfureció al astado tanto como las banderillas mejor colocadas: ‘Radiografía de un país roto”. La publicación fue machacada contra las tablas ya por dos días seguidos. Pero hoy podría tener un respiro si Mañanero se engancha al capote de Bloomberg y su ‘Ranking de Resiliencia’ que colocó ayer a nuestro país en el último sitio de la lista de 53, bajo el título “México, el peor lugar para vivir en la pandemia”.

Ya se ven venir las descalificaciones de Palacio a este análisis de Bloomberg. Ya se anuncian los finísimos mensajes de las benditas legiones socio digitales del presidente contra la agencia neoyorquina y la propia Nueva York, como las majaderías de ayer y antier contra el periódico español y la propia España. Pero nada de eso cambiará los hechos. Y es un hecho que la gestión de la crisis sanitaria por nuestro gobierno reprobó en 9 de los 12 indicadores analizados, por lo cual quedó en último lugar. Y que los distractores de nacionalismo grotesco con comparaciones inventadas, supuestamente favorables a México y desfavorables a otras naciones, no pueden eliminar el dato de que no hay país del tamaño y el peso económico de México, por debajo de él en la peor gestión de la crisis a escala mundial. Cierto. España —el blanco de las ofensas de la Cuarta— no llega a la media tabla, pero está 12 lugares arriba de la gestión de nuestro gobierno.

Macabra desinformación

Acaso había pasado una hora de terminada la mañanera de ayer cuando empezó a circular el Ranking de Bloomberg que echó abajo la pieza de propaganda correspondiente al ‘martes de salud’ en palacio. Y fue apabullante el contraste de los malabares nacionales, siempre evasivos respecto de la gravedad de la crisis, con la precisión de los datos y análisis de Bloomberg al exponer los indicadores en los que México reprobó y en los que sería obligado rectificar, en lugar de tratar de descalificar al mensajero como el presidente insistió hasta ayer en enfrentar el bien trabajado reportaje del país roto.

Profesor de Derecho de la Información, UNAM

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