Inicio con una anécdota personal con López Obrador . Pese a haber yo votado por Vicente Fox para impulsar la primera alternancia pacífica de nuestra historia, el apoyo no era incondicional. Critiqué mucho de lo que hizo o dejó de hacer, como haber relegado su promesa de llamar a cuentas a los corruptos del PRI. Y también cuestioné el desafuero contra AMLO, pues si bien éste había cometido una infracción, era muy reducida para la pena que se intentaba imponer; era evidente el propósito político para descarrilar la candidatura de AMLO. Algo de lo que antes el PAN criticaba al PRI. De ahí que 80%, según las encuestas, viera en ello un ardid político, y por ello salió mal.

Una vez concluido el episodio, me llamó AMLO por teléfono para agradecerme el apoyo y me invitó a desayunar. Ahí refrendó las gracias y exploró la posibilidad de incorporarme a su equipo hacia 2006. Le agradecí, pero le dije que mi línea era por fuera de los partidos. Y que lo apoyaría siempre que yo considerara que tuviera razón (lo hice también respecto del recuento de votos en 2006), pero que también le criticaría aquello que me pareciera merecedor de ello. Y así quedamos.

Respecto de Ricardo Anaya , no sé si es inocente o no de aquello de lo que se le acusa. No lo conozco tanto como para apostar con cierto grado de certidumbre. Pero recuérdese que habiendo sido acusado por la PGR en 2018, fue exonerado al concluir el proceso por la propia institución. El asunto aquí es el uso político de la ley que se ha hecho en este gobierno en más de un caso. Cabría desde luego la posibilidad de que lo de Anaya sea parte de la aplicación estricta de la ley sin importar de quién se trate, que es lo que los morenistas sostienen (y lo que debería ser). Pero hay elementos también para sospechar que pueda haber otras motivaciones, como que Anaya busque de nuevo la Presidencia, quizá como candidato del principal partido de oposición .

Dicen los morenistas que eso no es una causa válida, pues de cualquier manera Anaya no tiene ninguna posibilidad para el 2024. Eso es aún muy subjetivo. Eso me decían en 2016 numerosos priístas, panistas y hasta morenistas respecto del probable triunfo de AMLO que yo veía para 2018. Que no levantaría, que se tropezaría con sus propias palabras como en 2006, que la mayoría ya no confiaba en él, etcétera. Aún a principios de 2018 mucha gente aún dudaba que llegaría (los obradoristas estaban seguros de que habría un fraude determinante). Así que no creo que ese argumento valga del todo.

Por otra parte, los motivos de venganza personal que AMLO rechaza no están tan claros en el caso de Rosario Robles . Aun si fuera culpable, ha pasado dos años en la cárcel sin sentencia de por medio. No suena a que eso responda a un espíritu estrictamente de ley y justicia. Anaya fue muy duro en los debates, no había más que ver las expresiones faciales de AMLO. Al terminar la elección, el tabasqueño limó asperezas con Meade (parte probablemente del pacto de impunidad con Peña), pero no con Anaya.

En todo caso, lo importante es que AMLO cumpliera su promesa de fomentar un genuino Estado de Derecho , y un combate serio a la impunidad. Pero hay muchos indicios en sentido contrario. Al exministro de la Corte Medina Mora se le intercambió impunidad por dejar libre su cargo prematuramente. Si había corrupción, había que penalizarla, no archivarla. Las múltiples denuncias con evidencias de corrupción de allegados y parientes de AMLO son desechadas, por más que él insista en que no es tapadera de nadie. La investigación sobre su hermano Pío lleva congelada un año, y lo de Martín quedó en una negociación privada (grabada en secreto, eso sí, y con el mismo personaje de transas con Pío).

Por otra parte, pese al triunfo contundente del SÍ al castigo en la consulta de agosto (y fuera de ella), AMLO se pronunció por el NO y seguramente será consecuente en ello. Difícilmente veremos a Peña Nieto ante la justicia en virtud del pacto de impunidad que todo indica se celebró, y que AMLO ofreció públicamente desde 2016. Concluyo; si Anaya, algún expresidente o cualquier otro político ha cometido corrupción, debe probarse y penalizarse. Pero parejo.

Profesor afiliado del CIDE.
@JACrespo1