Recibimos de manos del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, el Paquete Económico 2023. En la entrega, el secretario aseveró que dicho paquete se basa en los principios de austeridad, eficiencia y racionalidad en el gasto.

Lamentablemente nada más alejado de la realidad. En un primer análisis de los documentos entregados, encontramos que este paquete económico está enfocado en continuar atendiendo los caprichos faraónicos del ejecutivo y no en resolver las necesidades de las familias mexicanas, por lo que desde ahora les diremos que no lo aprobaremos.

Las y los diputados de Acción Nacional hemos considerado como prioritario en nuestra agenda legislativa del presente periodo, la defensa de un presupuesto que atienda las demandas ciudadanas; por ello, estaremos exigiendo desde la Comisión de Presupuesto que se incluyan diversos rubros omitidos y que esta comisión deje de ser una simple oficialía de partes del ejecutivo, para que el dictamen que se presente en el pleno no sea autoritario, unipersonal, asistencialista, opaco y discrecional.

Acompañaremos un Presupuesto Económico que atienda los grandes flagelos que estamos sufriendo: violencia, inseguridad, justicia, salud, corrupción, así como que prevea recursos para apoyar a las mujeres, a la ciencia y la tecnología, la educación, la economía y combata efectivamente la pobreza. Para eso, en la Comisión Dictaminadora plantearemos los cambios necesarios que ayuden a corregir el rumbo de México.

Desde ahora señalamos que este Paquete Económico es una burla para el pueblo de México, pues se aprecia que los supuestos que se plantean para alcanzar sus objetivos son muy pocos creíbles, poniendo incluso en riesgo la estabilidad financiera de México. Así, por ejemplo, la inflación del próximo año es proyectada en 3.2, % cuando en agosto pasado cerró en 8.7% y el crecimiento económico se estima del 3%, cuando el Banco de México lo sitúa en 1.6%.

A pesar de que la recaudación y el gasto del gobierno es mayor que nunca, la pobreza sigue aumentando. Hoy, tenemos casi 4 millones de pobres más que en 2018, reflejo de la inacción e indiferencia del gobierno.

Para el próximo año, el Gobierno espera obtener recursos por 8 billones 299 mil 647.8 millones de pesos, 17.1% más que el año pasado; mientras que la economía apenas crecerá 2.2% en el mejor de los casos. Es decir que se pretende alcanzar el monto de recaudación no con crecimiento económico sino con persecución fiscal desmedida y/o con endeudamiento.

Por su parte, los ingresos tributarios se proyectan en 4 billones 620 mil 165.3 millones de pesos, lo que significa el 14.7% del PIB. Dichos ingresos representan el 64.85% de los ingresos totales. Seguimos sin alcanzar el nivel económico de 2018.

Debemos de revisar el presupuesto asignado a los programas sociales que no están siendo empleados de manera correcta; no estamos en contra de ellos, pero están siendo manejados de manera electorera y no para el beneficio real de la economía de los mexicanos.

Se aprecia un Presupuesto exageradamente optimista, no toma en cuenta la crisis e inflación por la que atraviesa el país; debemos de apoyar y canalizar los recursos a donde se requiera para impulsar la economía y generar una competitividad que se note en los indicadores económicos, con seguridad a los inversionistas en México.

La bancada oficialista debe de respetar el estado de Derecho y ello no ésta ocurriendo. Por eso las y los Diputados de Acción Nacional estaremos defendiendo a los ciudadanos que más lo necesitan y seguiremos haciéndolo porque México requiere fortalecerse ante los cambios internacionales y no ser sometidos a caprichos de un solo hombre.

Diputado, Coordinador del GPPAN

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