Desde el inicio de esta administración hemos sido testigos que de manera arbitraria y a capricho de un solo hombre, se han ido modificando la estructura de diversas secretarías de Estado para ajustarlas en beneficio de una fallida “transformación” que cada vez se parece más a un régimen autoritario; hemos comprobado con hechos que a esta administración le molestan los contrapesos, la rendición de cuentas, la vigilancia y la transparencia, por eso le estorban y pretende la desaparición —disfrazada de fusión— de diversos órganos autónomos que han sido producto de una construcción democrática y que fortalecen el ejercicio de la administración pública.

Los organismos autónomos tienen su fundamentación en nuestra Constitución, su característica principal es que no se encuentran subordinados a los poderes tradicionales del Estado. Su función es actuar con independencia en sus decisiones de acuerdo a la Constitución y con marco jurídico propios con que se regulan para especializar, agilizar, independizar, controlar y transparentar su actuar.

Entre los Órganos autónomos con los que cuenta la Administración Pública están: El Banco de México (Banxico); La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); El Instituto Nacional Electoral (INE); la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece); el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT); el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI); el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval); el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Fiscalía General de la República (FGR).

El debilitar sus funciones, desaparición o fusión de actividades con alguna Secretaría de Estado, implicaría un freno al estado de derecho y afectaría a principios fundamentales de certeza y seguridad jurídica que protegen a sectores sociales, económicos y democráticos de nuestro país.

Cada uno de ellos representa un gran contrapeso a la Administración Pública en su actuar y por lo cual son indispensables para nuestro país; además de los órganos autónomos, la administración pública también cuenta con órganos descentralizados y desconcentrados adscritos a secretarías de estado u otras entidades de gobierno que al desaparecer perderían su autonomía técnica y de gestión.

En Acción Nacional defenderemos nuestra democracia ante la amenaza autoritaria que representan los gobiernos de Morena.

Desde el poder legislativo en el periodo que iniciamos, presentaremos una serie de iniciativas que fortalecerán a los órganos autónomos, para que no se vean afectados en sus funciones, y asegurar que se dé cumplimiento a su objeto, fines y programas anuales.

Para las y los diputados del PAN, el defender que el árbitro electoral —INE— siga siendo autónomo, independiente, fuerte y ciudadano, es de nuestras prioridades, así como eliminar los actos intimidatorios y de violencia que vulneran la democracia mexicana.

Apostaremos a defender los valores democráticos, a defender el derecho de las y los mexicanos a elegir, opinar y vivir en libertad. Defenderemos que siempre existan equilibrios y contrapesos para garantizar un sistema democrático, con órganos autónomos firmes y fuertes.

No podemos retroceder a lo avanzado, han sido años de construcción donde muchos actores han luchado para crear las Instituciones que de una o otra manera han fortalecido la democracia, economía, seguridad, inversiones y derechos humanos.

Diputado. Coordinador GPPAN.

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