Con respeto a Don Nassim
Joaquín QEPD. A mi amigo David
Gustavo Gutiérrez Ruiz.

Conocí el Mayab al son del corazón en mi primera juventud en 1966 hace 53 años, era comandante militar de un destacamento en Puerto Juárez. Observé en ese lugar la exaltación de la primavera. No había población ni infraestructura, solo los sonidos de la selva, pájaros de oficio carpintero, campos chicleros, a esto le llamé en aquel entonces el infierno verde. Un muelle comunicaba con una pequeña embarcación a Isla Mujeres y Puerto Juárez. Jamás me imaginé que en este lugar florecería uno de los proyectos turísticos más ambiciosos de América Latina: Cancún. Descubrí la gran riqueza de este lugar: el pueblo, la flora, la fauna y la cultura maya.

Como cada año, el pueblo y el gobierno de Quintana Roo rinden homenaje a aquellos que contribuyeron a la transformación del territorio de Quintana Roo en Estado Libre y Soberano. Fue el 8 de octubre de 1974, esta entidad nació pigmea al lado de Baja California Sur, hermanas gemelas de una misma pasión: el engrandecimiento de la soberanía con la creación también de la Zona Económica Exclusiva (3.5 millones de kilómetros cuadrados) y fortaleza del federalismo.

Este 8 de octubre,  el Congreso del estado rinde homenaje a quienes hicieron posible la defensa de la soberanía, la independencia y la transformación del territorio. Los artífices que lucharon heroicamente en la defensa de la soberanía de este coloso incontenible del Caribe aparecen en letras de oro en el recinto del Congreso: Manuel Antonio Ay primer mártir de la Guerra de Castas, Andrés Quintana Roo, Leona Vicario, Jacinto Pat, Cecilio Chi, José María Barrera, Othón P. Blanco, General Lázaro Cárdenas, Rafael Melgar y Javier Rojo Gómez.

Como producto de la transformación se impulsaron nuevos proyectos de enorme  importancia. Muchos mexicanos migraron a este paraíso. Se impulsó la construcción de enormes desarrollos turísticos como Cancún, que al lado de la Riviera Maya, Cozumel e Isla Mujeres cuentan con más de 110 mil cuartos hoteleros. Esta región aumentó su población más de 20 veces en 45 años.

Hoy contemplamos un nuevo amanecer. Aparecen en el horizonte proyectos, que muchos mexicanos esperan ansiosos para una nueva marcha al mar, impulsando vigorosamente esta región con nuevas inversiones y tecnologías. Me refiero al Tren Maya, que unirá los mares turquesas más bellos del mundo y sus playas paradisiacas. Sumando el enorme legado de la cultura maya, será un detonador para la creación de empleos, el Tren Maya recorrerá más de 1,500 kilómetros, atravesando selvas, uniendo al Mar Caribe con zonas arqueológicas de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

Nueve lustros han pasado desde cuando tuve el honor de acompañar al presidente de la República en aquel entonces el licenciado Luis Echeverría Álvarez, autor de la construcción de un paraíso de esperanza y prosperidad, quien siempre ha negado ser el autor de este proyecto. Fui testigo de aquella histórica sesión cuando se le tomó protesta al primer gobernador, mi amigo Jesús Martínez Ross. Es de elemental justicia reconocer a los artífices de los sueños que muchas veces han sido negados y olvidados por la historia y la política como es el caso de mi amigo David Gustavo Gutiérrez Ruiz, Nassim Joaquín, y muchos más.

Aquí comenzó mi vida profesional, mi contacto con el gran pueblo Maya, aprendí su lengua, estudié su historia, respeté sus costumbres y valores y fui respetado, siempre que regreso los dignatarios generales mayas me saludan con cariño al lado de amigos como Chano Toledo, César García Laguna, Noe Peniche y muchos más.


Centro de Estudios Económicos y
Sociales del Tercer Mundo

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