Esta semana, la SRE anunció por medio del canciller Marcelo Ebrard, la adopción de un nuevo procedimiento para materializar de una forma más sencilla, diligente, económica y discreta, el derecho a la identidad de las personas que libre y voluntariamente han determinado cambiar su nombre por medio de la figura llamada identidad de género auto-percibida, o también, reasignación sexo genérica, la cual consiste en que cualquier connacional que vive en el exterior, puede acudir al Consulado de su preferencia, para cambiarse el nombre de acuerdo con el género que haya decidido adoptar. Tratándose de menores de edad, deberán de ser acompañados por sus padres o tutores.

Es un gran logro en favor de las libertades individuales, porque vence inercias y dogmas que servían para segregar, discriminar, limitar y exhibir indebidamente, las preferencias personalísimas de cada persona, de acuerdo con sus creencias y convicciones.

En lo subsecuente, no habrá necesidad de recurrir a juicios legales, largos y onerosos, para hacer valer un derecho fundamental, como lo es la libertad e igualdad de derechos, así como la dignidad humana que es inherente al libre desarrollo de nuestras personalidades.

La nueva normatividad permitirá que los 67 consulados y 80 embajadas de México en el mundo expidan actas de nacimiento a la comunidad trans de manera directa y en sus lugares de residencia. De esta forma, nuestros migrantes transgénero podrán rectificar sus documentos de identidad sin necesidad de viajar a México, ni tener gastos por costos legales para ejercer un derecho fundamental.

Con esta nueva propuesta, se ofrece un reconocimiento legal certero en favor de la comunidad LGBTQ+, la cual, históricamente ha sido profundamente marginada y discriminada. Los migrantes transgénero son doblemente vulnerables, en primer lugar por ser extranjeros viviendo en un país ajeno al propio y, en segundo, por no ajustarse a las convenciones sociales de identidad. A través de esta nueva normatividad, se protegen sus derechos humanos a la identidad, nacionalidad, libertad, dignidad humana y no discriminación.

Con independencia de buscar mejores medios de integración social, la nueva figura administrativa reivindica los derechos que han sido relegados en las personas que forman parte de la comunidad LGBTQ+, procurando con ello formar una sociedad más incluyente y tolerante. Al reconocer la identidad de género, se envía un mensaje de condena a los discursos y crímenes de odio, y se busca combatir la persecución y violencia que aún impera contra grupos minoritarios.

Este logro es muy significativo, ya que también le dará la oportunidad a nuestros connacionales a integrarse con más facilidad al tejido social del país donde residen. Esto porque los documentos que expedimos en la red consular son llaves que abren las puertas para acceder a otros derechos esenciales como: el derecho a la salud, a la educación, a la protección y a la inclusión en la vida económica, cultural y social.

Hay un nuevo paradigma en la red consular de México, que al amparo de la Constitutición y los tratados internacionales en la materia, y bajo los principios de progresividad, igualdad, libertad, propersona y no discriminación, han establecido una nueva forma de integrar y proteger el derecho humano a la identidad, sin que en lo subsecuente se tenga miedo o pena, para hacerlo valer: El derecho a decidir quién quiero ser.

Cónsul General de México en Nueva York.
@Jorge_IslasLo

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