Lamentable y tristemente, nos hemos enterado por los medios de comunicación, de nuevos ataques xenofóbicos en contra de minorías, en algunos casos con desenlaces fatales.

Actos extremadamente violentos, en donde hombres y mujeres inocentes son agredidos sin razón alguna, pero en el fondo de la acción por supuesto que hay una motivación de odio, prejuicio e intolerancia en contra de la diversidad, del multiculturalismo, y de la multietnicidad que representan millones de migrantes que viven en los EUA. Es odio en contra de la diferencia, sea por el color de piel, idioma, raza, sexo, religión, orientación política, sexual, origen nacional o social, posición económica, status migratorio y fisonomía, principalmente.

En NY, la ciudad más diversa del mundo, la torre de babel contemporánea, en dónde diariamente se hablan cientos de lenguas por residentes y migrantes no documentados que vienen de todas las partes de la geografía global, no es la excepción. En fechas recientes, se han presentado ataques de odio en contra de connacionales que tuvieron la mala suerte de estar en el lugar y hora equivocada, con la persona equivocada.

Actos violentos que van desde un ataque con tubos a un transeúnte que caminaba pacíficamente por el bajo Manhattan, hasta tentativa de homicidio en contra de una dependienta que atendía una tienda con artículos mexicanos en NJ. Ataques físicos y emocionales, por todos los comentarios racistas y discriminatorios con que expresan su frustración, coraje e ignorancia.

En todos los casos se han presentado cargos ante la autoridad competente, a la espera de que los responsables sean llevados ante la justicia para que no quede impune la violencia con la que actúan y que es incitada por el estereotipo con el que quieren etiquetar a los nuestros, a nosotros. Un dato que llama la atención es que en la mayoría de las ocasiones, el agresor pertenece a otra minoría y no a los grupos radicales que se han caracterizado por sus posiciones antinmigrantes extremistas.

Un miembro de una minoría, atacando a otro miembro de otra minoría. ¿Cuál es la razón? En cualquier caso, ambos grupos somos actualmente los más afectados socioeconómicamente, laboralmente y con el mayor número de decesos por razón del Covid-19. Hay un odio infundado porque compartimos mismos problemas y adversidades y tal vez, son para ambos grupos, las mismas soluciones, las que podrán cambiar la realidad presente de nuestras complejidades, por medio de una mejor educación para que nuevas generaciones, logren emancipar la desigualdad social con la que viven al día de hoy. En el caso nuestro, se debe agregar que tenemos en adición una comunidad amplia a la que no se le reconocen muchos de los beneficios de diversos programas de asistencia, por su condición de ser migrantes no documentados.

El odio por ignorancia, resentimiento, manipulación o propaganda, que crea estereotipos universales sobre las personas, es otra externalidad con la que debemos enfrentar un fenómeno social no grato, que debilita la armonía con la que se integra una sociedad que ha sido ejemplo de inclusión y tolerancia. Es sobre la base de principios y valores comunes de esta sociedad libre, diversa, plural y multicultural, como se construyó la democracia liberal que redescubrió Tocqueville para el mundo moderno. Sistema en el que se puede vivir con libertad e igualdad y sin violencia.

Cónsul General de México en Nueva York.
@Jorge_Islas Lo

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