El día de ayer cumplí un año de haber iniciado mis actividades en la ciudad de Nueva York, justo en las fechas más representativas que tienen los residentes mexicano americanos en la región, para festejar la victoria de la batalla de Puebla de 1862, frente al ejército francés, que en la época era considerado como invencible. De igual manera, los diferentes órdenes del gobierno de los EU, así como las diversas representaciones consulares acreditadas en la ciudad de Manhattan y el estado de Nueva Jersey, comparten y envían parabienes a toda la comunidad mexicana, creyendo en algunos casos, que es nuestra festividad cívica más importante de nuestra historia.

Desconozco el porqué se conmemora con tanta o más festividad y alegría dicha fecha, frente al día de la independencia nacional, pero sin duda, es uno de los momentos que más disfrutamos los mexicanos radicados en Nueva York, por las diversas actividades que organiza la comunidad, para recordar la gesta histórica de nuestro gran Ejército de Oriente, comandado por el general Ignacio Zaragoza. Supongo que algo tendrá que ver el hecho de que el 80% de los mexicanos radicados en Nueva York, son poblanos, y de ahí la proclividad por festejar con tanto júbilo una victoria, como si estuviéramos en casa.

Desfiles, verbenas populares con puestos de comida mexicana, juegos tradicionales de mesa, música y toda la ambientación que generan nuestros festejos, están presentes en estas fechas, no sin antes tener una breve ceremonia, en donde se entona el himno nacional, se iza la bandera y se escuchan a coros de niñas y niños, vestidos con los uniformes militares de la época y de Adelitas, para entonar melodías muy mexicanas.

En esta ocasión no tendremos el tradicional desfile en Passaic, Nueva Jersey, ni las reuniones comunitarias en donde los principales actores políticos de la región, nos ofrecían un mensaje de apoyo y reconocimiento, por las importantes aportaciones con las que contribuimos en su economía, así como en el amplio crisol cultural con el que está conformada la sociedad abierta, plural y diversa, de los EU. No obstante lo anterior, no dejaremos de recordar a nuestros héroes nacionales, porque aún con las restricciones sanitarias y en especial, por el duelo que tenemos como comunidad, por los connacionales fallecidos, tenemos el deber de expresar nuestro orgullo, por los acontecimientos que nos han dado fortaleza y un ejemplo de vida, para que nuevas generaciones de mexicano-americanos, conozcan acerca de sus raíces, de la historia de cómo se construyó y defendió la patria, del carácter que tenemos frente a la adversidad y sobre todas las cosas, se haga conciencia de que en unidad, somos más y podemos más.

Este año, el Consulado ofrecerá vía remota, películas que dan un repaso histórico de aquel momento, se pondrán en línea, libros que hacen un recuento de las acciones y actores que fueron determinantes para ganar la batalla, y también, en apoyo a la Cámara de Comercio mexicano americana de la región, se promoverá una campaña para que todos los residentes de Manhattan ordenen durante toda la semana, comida y bebidas mexicanas, con el fin de que nuestros paisanos tengan más trabajo y se reconozca la presencia de nuestras tradiciones y costumbres culinarias en la región. No habrá desfile, pero sí un recuerdo de gloria para los héroes de Puebla.

Según cuentan los relatos, el General Zaragoza arengó a su ejército, antes de iniciar la batalla, diciéndoles: “Nuestros enemigos son los primeros soldados del mundo, pero nosotros, somos los primeros hijos de México y nos quieren arrebatar la patria”. A 158 años, la comunidad mexicana de Nueva York, recuerda esa victoria, porque aquí también están los hijos de México que luchan todos los días para vencer la desigualdad, la discriminación y ahora el coronavirus. Vamos a vencer.



Cónsul General de México en Nueva York

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