Desde principios del mes de octubre hasta por lo menos el pasado 18 de diciembre, la Fórmula 1 estuvo dominada por el tema Sergio “Checo” Pérez, con la situación de no tener contrato y la posibilidad de ocupar el asiento de Alex Albon que eventualmente estaría disponible.

Idas y venidas, toneladas de litros de tinta, comentarios en radio y televisión, páginas web a raudales, trending topics semanales, un guión llevado magistralmente coronado con la victoria del GP de Sakhir y la rúbrica del piloto mexicano en el contrato de Red Bull. Millones de dólares de publicidad gratuita para anunciantes y patrocinadores.

En medio de este reality show aparecieron de manera destacada los séptimos campeonatos de pilotos y constructores de Lewis Hamilton y Mercedes, respectivamente, con la noticia al día de hoy que el inglés no ha renovado con el equipo de las flechas de plata y cuya negociación se dice bloqueada por Daimler, empresa dueña del equipo hegemónico de la máxima categoría, salpicada por el protagonismo que cobró George Russell después de su incursión a bordo del mejor auto de la parrilla.

Y volvemos a Red Bull, que tras el fichaje del nacido en Jalisco ha acaparado tanto las conversaciones en redes sociales como los comentarios de consumados columnistas, acerca de qué piloto liderará el equipo, sus oportunidades de desbancar a Mercedes, si el mexicano debe estar a solo unas décimas del neerlandés Max Verstappen, si uno u otro es más experimentado y cómo Helmult Marko o Christian Horner deberán gestionarlos.

Pero también llegan noticias del lado francés, en donde Alpine F1 (antes Renault) sorprende con el fichaje del italiano Davide Brivio como nuevo director, tras el consecuente ascenso del galo Cyril Abetiboul en la estructura deportiva de la marca del rombo francés. Exitoso en el mundo del MotoGp, Brivio es artífice de los campeonatos de Valentino Rossi en Yamaha y del ascenso de Suzuki. De mentalidad ganadora y con un Fernando Alonso dispuesto a sumar su tercera corona, con 2021 de transición y la mira puesta en 2022 con nuevo reglamento donde los equipos comenzarán de cero, si se logran entender, Alpine será competitivo.

Ah, se me olvidaba, McLaren también tiene novedades, con los primeros días de Daniel Ricciardo en la escudería de Woking y el positivo a coronavirus de Lando Norris. Además, los analistas, insisten que el equipo inglés puede dar la sorpresa tras su evolución la más reciente temporada, y puede ser quien robe más de un podio.

Pero Racing Point también dio de qué hablar y lo sigue dando, tras la telenovela en donde Sebastian Vettel llegó al equipo, la partida de Pérez (con victoria de por medio), las declaraciones de su propietario Lance Stroll, el nuevo nombre de Aston Martin rebautizado a Aston Martin Congnizant en menos de una semana, y las especulaciones del diseño que portará su auto y uniformes. Por otro lado, Haas tuvo su sacudida, con el escándalo de su recién llegado, el ruso Nikita Mazepin, su ratificación y las más recientes declaraciones acerca de que le vale su compañero de equipo, Mick Schumacher. Todo apunta hacia un nuevo dolor de cabeza para la escudería norteamericana y la F1.

¿Alguien se acuerda de Ferrari, fuera de que llegó Carlos Sáinz a Maranello a probarse el asiento y que enviaron una foto de año nuevo? Si ese es el protagonismo que tendrá durante el año, no quiero ver. Discreción dirán algunos, anticipo de una temporada de bajo perfil, dirán otros.

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