Por fin estamos a un mes de distancia para llegar al primer fin de semana de Fórmula 1, con el Gran Premio de Australia . Actualmente los equipos están presentando los autos con los que apuestan a mejorar lo hecho la temporada pasada; en el papel, solo tres escuderías —Mercedes, Ferrari y Red Bull—, tienen posibilidades de competir por los títulos de pilotos y de constructores.

El resto de la parrilla deberá apuntar a sumar más puntos que en 2019, descubrir algún talento que puedan capitalizar en resultados o venderlo a otros equipos, o como pasó en su momento con Brawn GP en 2009, descubrir alguna laguna en el reglamento que les permita dar el gran salto.

¿Quién tiene mas presión sobre sus hombros? La realidad es que son varios los equipos (marcas, directivos y pilotos), que deben entregar algo sustancialmente mejor que el año pasado. Uno de ellos es el francés Renault, que no ha demostrado nada relevante desde que regresó al Gran Circo en 2016; por el contrario, se hicieron de un excelente piloto como Daniel Ricciardo, ganador de carreras y de gran potencial, pero sin un auto que demuestre hasta dónde puede llegar, cosa que hasta el momento no le han entregado. Renault debe ponerse como meta por lo menos lograr un podio que justifique su inversión y le devuelva la credibilidad.

Uno más bajo la mira es McLaren, que debe demostrar que la continua reconstrucción del equipo los últimos años va en la dirección correcta y es algo más que una promesa y chispazos. Varios analistas apuntan a que McLaren será el caballo negro en 2020 y que sorprenderá con varios podios.

Por otro lado, Racing Point, que no tomará el nombre de Aston Martin hasta 2021, propiedad del magnate Lawrence Stroll, debe mostrar a sus inversionistas que comprar un equipo para seguir desarrollando el talento de su hijo Lance fue una decisión acertada, además de un buen negocio. Cerraron bien la pasada campaña, pero deben apuntar a recuperar el cuarto lugar entre los equipos.

El caso de Haas está perdido, con dos pilotos, Magnussen y Grosjean, de los más sobrevalorados de la parrilla, que tal parece que el mejor lugar a donde sí apuntan es contra ellos mismos, con un director general, Guenther Steiner, que ni se decide por cambiarlos, mejorar el auto o sus estrategias. Mismo caso, muy lamentable, es el de Williams, que literalmente ha arrastrado el apellido los últimos años. Con un solo punto en 2019, debe mejorar significativamente antes de firmar su sentencia de muerte o cambiar de manos.

En cuanto a AlphaTauri (antes Toro Rosso, con un grandísimo podio para Pierre Gasly en Brasil), como de Alfa Romeo, ambos funcionan más como equipos de desarrollo para Red Bull y Ferrari, sumando 85 y 57 puntos respectivamente, así que su papel en el negocio está garantizado por ahora.

Los casos de Ferrari, Mercedes y Red Bull los analizaremos en las próximas columnas. Mientras tanto, que ya llegue marzo.

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