Suzuka

, sede del próximo Gran Premio , es un circuito legendario donde se han librado batallas legendarias y lugar de consagración para grandes pilotos. Para muestra, las polémicas carreras entre Ayrton Senna y Alain Prost de 1989 y 1990.

La primera siendo todavía compañeros de equipo en McLaren, con el vergonzoso choque entre ambos, y el segundo un año después, con la venganza del brasileño sobre el francés, con sendos despistes en la primera vuelta. Igualmente en el 2000, fue donde Michael Schumacher logró su primera corona con Ferrari.

El circuito japonés

es buen momento para abordar la importancia de los neumáticos y el papel que juegan en la estrategia de los equipos. No por nada, Mercedes ha logrado título tres título en los años recientes, en donde su estrategia respecto de la elección de llantas ha sido clave, sin olvidar sus famosas “fintas” en los fosos. En Japón, la selección de neumáticos será crucial, y más aún donde se espera que para el día de la calificación, el tifón Hagibis haga sentir sus efectos sobre la pista.

Mucho se critica a la actual Fórmula 1 pues los pilotos sólo en determinados momentos exprimen el cien por ciento de sus monoplazas. Hoy la máxima categoría es una competencia no sólo de velocidad, sino de gestión; el piloto tiene que pensar en administrar neumáticos y combustible de acuerdo al momento de cada carrera.

En un fin de semana de GP, los equipos cuentan con 13 juegos de neumáticos. Los compuestos con los que están fabricados los diferentes neumáticos en la Fórmula Uno , ayudan a que los monoplazas tengan un mejor desempeño.

De este modo, los equipos definen sus estrategias de neumáticos considerando las variables de cada pista (degradación, tiempo de parada en los pits, clima, etc.). Para la temporada 2019 se identifica la dureza de cada compuesto mediante una gama de tres colores (blanco, amarillo y rojo) y cinco niveles de dureza, que van desde C1 a C5, yendo del término más rígido al blando, además de los disponibles para lluvia, moderada o intensa.

Los neumáticos blandos ofrecen una mejor adhesión a la pista pero duran menos vueltas, mientras que los duros presentan una vida más larga, pero con menor adherencia. Los más utilizados son los de compuesto medio por su mayor equilibrio entre durabilidad y agarre.

La temperatura es un factor importante en la vida de un neumático,

presentando entre 80 y 100°C en carrera. Si la temperatura está por debajo de este rango, la adherencia de la llanta disminuye rápidamente; si es mayor a los 100°C, además de perder adherencia, el desgaste es más rápido. Con temperaturas mayores a 120°C, aparecen las famosas ampollas o blistering, originadas por el sobrecalentamiento en la parte interior de las llantas, y ocurre comúnmente en las traseras.

Si un piloto va en modo agresivo, la degradación se da más pronto. Otro efecto, que aparece más en los neumáticos delanteros, es el graining, específicamente en la banda de rodamiento. Viene como consecuencia de un asfalto más frío de lo normal y el calentamiento exterior de la llanta.

Pilotos como Sergio “Checo” Pérez son famosos por su habilidad para gestionar los neumáticos , al igual que Hamilton o en su momento Fernando Alonso, “magos” capaces de extender la vida de sus neumáticos 20 o más vueltas más que el promedio recomendado por Pirelli, el fabricante de las llantas.

Suzuka

es nuevamente un reto, con su clima cambiante y donde el fabricante llevará los neumáticos más duros para enfrentar sus curvas extremas y uno de los asfaltos más abrasivos del año. ¿Ferrari, Mercedes, Red Bull, quién tendrá la estrategia correcta?

@jgarciacontacto

Google News

TEMAS RELACIONADOS