Estamos a menos de 60 días de que el calendario de la máxima categoría inicie en el Gran Premio de Bahrein, y uno de los debutantes es nada menos que Mick Schumacher, hijo del legendario heptacampeón del mundo.

Nacido en Suiza, pero con doble nacionalidad, el germano Mick Schumacher tomará su asiento como uno de los rookies de la escudería norteamericana Haas, al lado del ruso Nikita Mazepin, novato también. Vástago de la estrella alemana, el káiser que reescribió todos los récords de la F1 antes de la era Hamilton, Mick o Schumi Jr. se ha venido cocinando a fuego lento en el mundo del automovilismo.

El segundo hijo del matrimonio Schumacher llegó al mundo del kartismo a los tres años; un lustro después ya competía en campeonatos nacionales, haciéndolo en un principio bajo el seudónimo de Mick Betsch, usando el apellido de soltera de su madre Corinna, para no llamar la atención o las comparaciones.

El anonimato le duró poco y pronto corrió el rumor de que una nueva generación había llegado, tal como ha sucedido con una serie de apellidos que han construido su abolengo en la F1: Hill (Graham —bicampeón 1962 y 1978— y su hijo Damon —campeón 1996—); Villeneuve (Gilles —piloto de McLaren y Ferrari entre 1977 y 1982—, y su hijo Jacques —campeón 1997—); Andretti (Mario —campeón 1978— y su hijo Michael —piloto de McLaren en 1993—), Fittipaldi (Emerson —bicampeón 1972 y 1974—, su hermano Wilson —piloto de Motor Racing Developments de 1972 a 1973 y de Coper Sucar en 1975—, y su sobrino Christian —Minardi y Footwork, de 1992 a 1994—), o más recientemente los Piquet (Nelson —tricampeón 1981, 1983 y 1987— y Nelsinho —piloto de Renault en 2008 y 2009—); los Rosberg (Keke —campeón 1982— y Nico —campeón 2016—); o los mismísimos Verstappen (Jos —piloto de Benetton, Tyrrell, Arrows o Minardi de 1994 a 2003—, y Max —en Red Bull desde 2014—).

Sin embargo, el apellido Schumacher resuena de manera especial en la F1, pues irrumpió de la mano de Michael reescribiendo en su momento los libros, rompiendo el célebre pentacampeonato del argentino Juan Manuel Fangio que duró 46 años, marca igualada la temporada pasada por el inglés Lewis Hamilton.

Mick se viene cocinando a fuego lento para los tiempos actuales de la F1, precedido por un carrera previa de seis años, con dos subcampeonatos de Fórmula 4, así como dos coronas, una en Fórmula 3 y otra en F2, este última lograda apenas en diciembre. Debutará oficialmente en F1 con 22 años, a la misma edad que su padre lo hiciera en Jordan y con una estela parecida: un piloto de gran sonrisa pero con la sangre fría para rebases milimétricos, ganador. Su debut lo ha venido cuidando Ferrari como una de sus joyas más preciadas, el piloto con el que no se puede equivocar.

El regreso del apellido Schumacher trae una bocanada de aire fresco, sangre nueva, pero Mick vivirá bajo la lupa desde que arranquen los motores el próximo 26 de marzo. Si suma puntos en un equipo de media tabla como Haas, y donde la convivencia con Mazepin no será tersa, tiene prácticamente un lugar asegurado en Ferrari en 2023, poniéndole una presión extra al español Carlos Sainz, pues en 2022 vence su contrato. Mercedes ya también comentó en voz de Toto Wolff que “algún día será parte del equipo”, escudería a la que su padre también contribuyó en su construcción.

No pierdan de vista este nombre: Mick Schumacher, que dará más de una sorpresa.

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