Never give up (nunca rendirse) es la filosofía que ha acompañado a Sergio Michel Pérez Mendoza, único piloto mexicano y de Latinoamérica en la actual parrilla de la Fórmula Uno, en su carrera deportiva. Hoy más que nunca es el mantra al que debe apegarse el volante jalisciense de Red Bull, en momentos en que la presión por dar resultados notables se incrementa.

La actual temporada lleva hasta este fin de semana cuatro carreras (Bahrein, Italia, Portugal y España ), en donde hemos visto al piloto mexicano pasar por lo sublime, con un segundo lugar en calificación —superando a Max Verstappen—; lo infortunado, al finalizar fuera de los puntos; lo magistral, cuando supo reiniciar su coche en una carrera que parecía perdida o esas más de 50 vueltas con el mismo juego de neumáticos para terminar cuarto.

Todo lo anterior lo ubica hasta ahora en sexta posición, con 22 puntos. Sin embargo, la presión que hoy vive Sergio Pérez es una mezcla de varios factores que le han puesto en una tormenta perfecta, inédita para él: desde tener en el papel el segundo mejor auto de la parrilla —detrás del Mercedes—, tener como coequipero a un piloto endemoniadamente rápido como Max, contribuir a lograr el campeonato de constructores para Red Bull, además de generar los mejores resultados en cada carrera. Igualmente, lograr un podio con el equipo que le dio la posibilidad de continuar en la máxima categoría es un elemento más.

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Cierto, un deportista

sin presión es prácticamente nada, los atletas más relevantes sacan lo mejor de sí mismos desde la incomodidad, de no conformarse con lo logrado.

Y en esa búsqueda es que así como vienen los tropiezos, con base en constancia y trabajo, y también un poco de suerte, es que llega el éxito. Pero como en todo, el tiempo corre, y si los objetivos fijados no llegan, el sinsabor aumenta y si no es bien encausado puede venir una espiral negativa. Ejemplos sobran en Red Bull.

José Canales, entrenador físico de Pérez

narró para la revista GQ lo que fueron esos meses de 2020 en los que el piloto mexicano no tenía contrato y su futuro era incierto: “La incertidumbre es de las sensaciones más incómodas, pero no se sentía así, hasta bromeábamos con el tema. Lo único que estaba en nuestras manos era disfrutarlo”.

Como aficionados, a nadie le gusta ver a Checo cometer errores

, como el de este fin de semana en calificación, donde se despistó y perdió oportunidades de arrancar al frente. Cierto es que su ritmo de carrera es su arma secreta, pero debe de calificar mejor. Incluso se quejó de dolores musculares que le pudieron afectar.

Queda todavía un largo camino en la presente temporada. Checo más que nunca debe concentrarse en su trabajo y en seguir integrándose a Red Bull. No voltear a ver las redes sociales. Un comentario acerca de la famosa adaptación: luego de su mal año en McLaren en 2013, al año siguiente Checo logró en solo tres carreras con su nuevo equipo Force India un podio con un tercer lugar. Así que pienso que todo pasa por una cuestión mental. Hoy más que nunca ese “Never give up” debe ser el credo del mexicano. Los resultados llegarán.

@jgarciacontacto

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