Desde que las encuestas se pusieron de moda en los procesos electorales en México, cada vez más empresas surgen prometiendo a políticos y partidos darles el resultado más certero. En el fondo, lo único que éstos últimos contratan son ejercicios a modo para aparecer lo más alto posible frente a sus opositores.

En este contexto, es muy común que frente a situaciones de crisis los políticos contraten encuestadoras para hacerlos aparecer fuertes cuando en realidad han perdido apoyo popular. Pero hay que decirlo, no todas las empresas de medición de opinión pública se prestan a ese juego; las más serias hacen sus estudios con base en cuestionarios estandarizados y ejercicios de campo en vivienda. Las que son menos serias, no se toman la molestia de ir a los hogares de los entrevistados y simplemente confían en llamadas telefónicas o, peor, en sus redes sociales.

Es por eso que las últimas encuestas de Massive Caller, México Elige y El Heraldo posicionan a Quirino Ordaz Coppel, Gobernador del Estado de Sinaloa en los primeros lugares, alcanzando alrededor del 70% de aprobación (como López Obrador a nivel nacional).

Resulta que es calificado como uno de los “mejores” gobernadores de los últimos meses, pese a que lo ocurrido en Culiacán, la capital, mostró su autoridad rebasada por el narcotráfico, en todos los sentidos. De acuerdo al índice de paz 2019 para México, creado por el Instituto para la Economía y la Paz, Sinaloa se posicionó en el lugar 22 de 32 estados del país, del mas al menos pacifico. Es decir, el Estado se encuentra en focos rojos en seguridad, por debajo de la media nacional, con una calificación de 2.9.

Entonces aquí surge una pregunta ¿La sociedad sinaloense está de acuerdo con un narco-Estado o el gobernador está detrás de las encuestas mencionadas? Porque solo con esas dos explicaciones tendrían sentido las calificaciones referidas.

Y no solo en seguridad hay déficit. De acuerdo con el INEGI, el estado en el que la actividad económica se redujo más en el segundo trimestre de este año fue Sinaloa (-5.7%). Entonces ¿On ta Quirino?

“Ningún pueblo cree en su gobierno. A lo sumo, los pueblos están resignados.” Dijo el ilustre Octavio Paz y en el mejor de los casos es esto lo que pasa en Sinaloa.

En las últimas dos semanas se ha hablado hasta la saciedad acerca de lo grave que ocurrió en Culiacán, con la liberación de un narcotraficante. Sin embargo, no debemos soslayar la responsabilidad de la autoridad local en la situación general de seguridad y claudicación ante el crimen organizado.

Démosle la responsabilidad a quien la tiene, además del Gobernador, a la sociedad misma. ¿Acaso ya se acostumbraron a vivir así? ¿Para ellos esa es una realidad aceptada? ¿Cómo están exigiendo tranquilidad y prosperidad para sus familias?

Son muchas preguntas sin que se asomen las respuestas, incluidas las que debe proporcionar el gobernador.

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